La Sorpresa en la Madrugada

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En la tranquila noche de verano, Charles y Carlos dormían profundamente en su acogedor apartamento. El sonido del aire era la única interrupción en el silencio. De repente, el sonido del teléfono rompió la calma, despertando a Charles.

Con los ojos medio abiertos, agarró el teléfono y, al ver el número de la clínica de fertilidad, su corazón dio un vuelco.

-¿Hola? - dijo, con un nerviosismo palpable en su voz.

-Señor Charles!-, exclamó la voz del doctor al otro lado de la línea, - Es el momento, La madre del bebé está en la clínica, está a punto de dar a luz.

Charles se quedó sin palabras por un momento, asimilando la noticia. Luego de unos segundos, sacudió a Carlos para despertarlo.

- ¡Cariño, el bebé viene! - con una voz mezclando sorpresa y emoción.

Carlos abrió los ojos de par en par y saltó de la cama.

- ¿Ahora?- preguntó, sin poder creerlo.

-Sí, ahora - respondió, buscando su ropa mientras colgaba el teléfono.
En unos minutos, ambos estaban vestidos y listos para salir, pero antes de irse, Carlos decidió enviar un mensaje a checo.

- El bebé está por llegar, Charlie y yo vamos a la clínica ahora.

Charles había mandado mensajes a casi todos los demás, emocionado con la noticia.

En unos pocos minutos, sus teléfonos se inundaron de respuestas, todos estaban tan emocionados como ellos.

- Vamos con ustedes, ¡No se preocupen, estaremos ahí en un momento!- eran algunos de los mensajes que recibieron por parte de los demás pilotos.

En medio del frenesí, se dirigieron a la clínica. Al llegar, fueron recibidos por el personal, quienes les indicaron que todo estaba yendo según lo planeado.

A medida que los pilotos llegaban a la clínica, el ambiente se llenaba de expectativa.

- ¿Crees que todo estará bien? No puedo dejar de pensar en todas las cosas que podrían salir mal -Charles apretaba la mano de su esposo, ansioso por el momento.

- Por supuesto que si cariño ... Recuerda lo que el médico dijo, tienen uno de los mejores equipos aquí - tranquilizaba Carlos, aún que por dentro se encontraba de la misma forma que él.

En otro lado de la sala George hablaba con Lewis recordando las reuniones pasadas que habían tenido con toda la parrilla.

- ¿Recuerdas cuando dijimos que este día llegaría? Parece que fue ayer cuando estábamos hablando de esto, sin saber que sería así.

- lo recuerdo muy bien y ahora estamos aquí, todos juntos, como siempre dijimos que estaríamos. Es increíble cómo hemos llegado hasta aquí, ¿verdad? Todo lo que hemos pasado juntos... - soltó una risita al verlos a todos reunidos en la sala de espera del lugar.

-¿Estás nervioso?, ¿Qué pasa amor? - preguntaba Max a un checo muy distraído y alejado de la realidad.

- Un poco, solo me hace recordar a nuestro bebé, fue muy difícil todo lo que pasó, tal vez ya seríamos papás- se encogió de hombros antes de abrazar a su esposo y ocultar su rostro en su pecho.

- Tranquilo chequito, sé que lo deseábamos mucho, pero solo pasó así amor, podemos volver a intentarlo cariño, no te preocupes- contemplo dejando mimos en su cabeza acompañado de un beso en la frente.

Sergio negó al escucharlo decir que podrían volver a intentarlo, claro que lo deseaba, pero en el tiempo que tenía a pato se había dado cuenta de que talvez no sería un buen padre, y lo que menos quería es que su hijo sufriera lo mismo que su esposo.

Only You Max.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora