Alastor x Tn

Capítulo 20 Furia

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Omnisciente POV

En medio del caos del inframundo, la hija de Lucifer, con sus alas desplegadas, emanaba una furia titánica. Sus ojos, llenos de marea celeste brillante, destellaban con una ira desenfrenada. La energía de su ser amoratado desataba púas relucientes y una radiante masa azul destructiva.

Miró nuevamente el cuerpo de Alastor aparentemente caído a manos de los arcángeles, su ira se encendió como una tormenta infernal.

-Esto....   Esto no se los puedo perdonar!!!!!!!- Gritó con una intensidad sobrecogedora, las vibraciones de su voz resonaban en todo el inframundo. -Los mataré, los mataré malditos!!!!!!!!!!!.- Lucifer desapareció dirigiendo una sonrisa siniestra a los ángeles quitándose de en medio.

Las alas de mariposa, símbolo de gracia y belleza, se convirtieron en un torbellino desquiciado, lanzando púas afiladas que se abalanzaban sobre los ángeles, erosionando sus defensas divinas. La energía azul, descontrolada pero poderosa, envolvía todo a su paso, desgarrando edificios y distorsionando el paisaje infernal.

Miguel y Azrael, enfrentándose a la imparable cólera de la chica demonio, lucharon con valor. Sin embargo, frente a la vorágine de poder y la furia incontrolable, se vieron obligados a retroceder, ante la temible manifestación de la chica.

Los ángeles, impactados por la magnitud de su furia y la desmesurada energía que emanaba, reconocieron su límite. Ante la imposibilidad de contener semejante poder desatado, tomaron la difícil decisión de retirarse, dejando atrás una estela de destrucción.

La chica demonio, aún envuelta en su descontrol, observó la retirada de los ángeles con una mezcla de ira y dolor. Su ser amado podría estar perdido, pero la batalla dejó en claro su fuerza y determinación, convirtiéndose en un poder a tener en cuenta en los reinos infernales.

Tu POV

Ahí me quedé  observando con el corazón hecho añicos y la marea azul aún relampagueando en mi mirada, observaba con furia contenida la retirada de los arcángeles y mi respiración pesada tratando de regresar a la calma.

El deseo de venganza se mezclaba con la angustia de perderlo.

Cuando los ángeles finalmente retrocedieron, un silencio denso y cargado llenó el aire infernal. Mis ojos escrutaban el paisaje desolado en busca de él. En medio del caos y la destrucción, divisé la figura inerte de Alastor, tendido en el suelo.

Sin dudarlo, me abalanzé hacia él. Las alas desplegadas, tintineantes con destellos azules, me llevaron velozmente a su lado.

Me arrodillé junto a él en medio del caos que se había desatado en el infierno. Yacía inmóvil frente a mis ojos, pálido y aparentemente sin vida. Las lágrimas azules resbalaban por mis mejillas mientras intentaba desesperadamente encontrar algún signo vital en su rostro.

-Alastor, por favor, despierta- susurré, mi voz temblorosa y cargada de angustia. Sentía una mezcla abrumadora de impotencia. No podía permitirme perderlo, no de esa manera.

Mi mano, temblorosa pero decidida, se posó sobre su cuerpo. Comencé a canalizar mi energía, tratando con cautela de sanar las heridas que habían dejado su cuerpo inerte.

-Por favor, por favor, vuelve a mi- cerré los ojos, enfocándome en cada fibra de mi ser y el suyo.

La marea azul de mi poder brillaba intensamente, pero esta vez estaba bajo control. Mis alas de mariposa, temblaban con la tensión de la situación. Pero en medio de esa terrible desesperación, encontré una determinación feroz, un nuevo tipo de fuerza.