Capítulo 38 Momentos merecidos de paz

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Miguel POV

Por fin llegamos al claro cerca de las 9 de la mañana, en el trayecto Alastor y Tn así como Niffty se limpiaron de toda la porquería de la que se habían ensuciado con la magia vudú del mayor, sonreí cuando la discusión con Lucifer volvió, en definitiva algo que en él no había cambiado en tantos eones es lo testarudo que puede llegar a ser.

Se nos había hablado en el cielo demasiado sobre estos, los demonios, lo crueles y malvados que podrían llegar a ser sin embargo ahí estaban en un esfuerzo notorio por incluirme en su grupo ~debería acostumbrarme, esto no está tan mal sin embargo no puedo evitar pensar en el error en el que estuve al menos con ellos, debería disculparme pero no sé cómo hacerlo. Aún creo en los ideales de bondad, rectitud y amor del creador pero... ~interrumpió mis pensamientos el sonido que hizo Alastor al dejar caer el enorme cuerpo de un ciervo sobre una mesa que recién apareció en el sitio.

--¿Es en serio Alastor? –preguntó con evidente cara de disgusto Vaggie

--¿Sucede algo malo Vaggie? Todos necesitamos proteína y la carne de venado es una excelente fuente de vitaminas del grupo B, te recomiendo probar el hígado es especialmente delicioso... –contestó el pelirrojo haciendo ademanes con las manos.

--Agh que desagradable, está entero con todo y pelaje –Se quejó Lucifer tomándose del estómago que tenía revuelto desde la caminata en fango.

--Va a ser toda una experiencia limpiarlo y hacer los cortes, vamos... --el demonio radio giró un cuchillo de caza en su mano acentuando su gran sonrisa –¿Quién quiere empezar?

--Bueno pues yo quiero eh... --Las miradas de todos se fueron hacia Charlie que se arremangaba las mangas de su camisa con cara de preocupación pero decidida --¿Qué les parece eh? A... a la aventura –tomó el cuchillo por el mango que Alastor le había dirigido con una sonrisa sorprendida.

--¿Sabes cómo realizar los cortes? –preguntó Vaggie acercándose a su esposa con cierta preocupación.

--Bueno, no, pero Alastor me puede dirigir... ¿No es cierto? –La rubia dirigió su mirada nerviosa al ciervo humanoide.

--Claro que si princesa, paso número uno debemos desangrar y destripar a la presa. ¡Niffty! –Tras decir eso la pequeña que hacía galas de un trajecillo nuevo, con short abombados y playera sin mangas corrió hasta donde estaba él con una palangana grande de metal sobre la cabeza.

--Aquí estoy Alastor... ¡Estoy lista!

--Este árbol luce perfecto –tronó sus dedos y su propia ropa cambió, igual llevaba sus siempre acostumbrados pantalones pero la camisa tres cuartos y el delantal de cuero negro definitivamente eran nuevos, todos los presentes en un momento portaban el mismo delantal y guantes de carnicero.

--Podrías dejar de hacer esto, no a todos nos agradan tus estrafalarios gustos –dijo Lucifer quitándose los guantes y el mandil haciéndolos desaparecer envueltos en fuego.

--Bueno ya todos sabemos que a usted lo que le gusta es el circo.

--Muy gracioso botones –el monarca se sentó sobre un tronco que yacía en el claro como si hubiese sido dispuesto específicamente para eso, cruzó los brazos pero observó la escena.

--Para abrir al animal se requiere un cuchillo afilado, abrirás de un solo tajo –mientras hablaba el pelirrojo cargaba al animal subiéndolo por las patas traseras hasta una rama alta dejándolo colgado de cabeza de frente a Charlie que palideció enseguida –desde el vientre bajo, hasta el tórax, ten cuidado de no clavar demasiado el cuchillo o perforarás los intestinos... ¿Alguna duda?

Alastor x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora