Él y El Té.

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El prometió que iba a volver

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El prometió que iba a volver.

Solo que no dijo cuando lo haría.

Se tomaría una taza de té.

Y esperaría.

Las tensiones entre el Reino Unido y Estados Unidos siempre estuvieron presentes

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Las tensiones entre el Reino Unido y Estados Unidos siempre estuvieron presentes.

Desde temprana edad, Estados Unidos mostraba un deseo innato de volar por los cielos, como si fuera un río inquieto que nunca permanece estático, siempre cambiando, siempre fluyendo en su desesperada búsqueda de libertad. A Reino Unido, su hijo mayor, le molestaba esa actitud de querer salirse con la suya, elevarse hacia el sol y buscar la libertad entre las estrellas. Siempre existieron diferencias.

JÓDETE, IMPERIO BRITÁNICO. — Con brusquedad, uno de los jóvenes de las 13 colonias lo insultó frente a los demás imperios. De manera vil y vulgar, arrojó té al mar, desafiando a su propio padre con un desprecio evidente. — Y MÉTETE TUS JODIDOS IMPUESTOS POR DONDE TE QUEPA.

Estados Unidos siempre había odiado el té.

El Reino Unido no se sorprendió en absoluto cuando su hijo optó por declararle la guerra de independencia de la manera más simbólica: arrojando la bebida que tanto detestaba. Aunque lo esperaba, la furia que sentía hacia su hijo no ayudaba en nada a una relación ya fracturada desde que le arrebató a las 13 colonias su madre biológica.

La muerte de Powhatan cuando las 13 colonias solo tenían 5 años marcó un quiebre irreversible, y el Reino Unido sabía que su hijo jamás le perdonaría haberle arrebatado a su madre. No se enorgullecía de aquella aventura de baja categoría, haber mezclado su sangre azul y pura con una "asquerosa nativa", aunque reconocía la extraordinaria belleza de Powhatan. Quizás fue esa percepción lo que lo llevó a tomar la decisión de matarla, como intento de borrar el pecado de aquella noche. Sin embargo, ese pecado no desapareció con la muerte de la nativa; al final, de aquel pecado nació Estados Unidos.

Sus ojos heterocromáticos, azules y cafés, eran un testamento visual de su herencia mixta. El azul provenía de Reino Unido, como el océano que el inglés atravesó en busca del mundo. Y ese hermoso café, que despierta por su belleza y acompaña las mañanas, era un regalo de Powhatan; posiblemente, lo único que Estados Unidos pudo conservar de su madre a lo largo de los años.

Estrellita [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora