Estrellita [Countryhumans]

Él era poderoso.

Poderoso como las fuerzas de la naturaleza.

Un faro que ilumina el mundo con su grandeza.

Era poderoso... Pero ahora se ha apagado aquel faro.

Dejando un mundo desorientado sin su luz.

Él era poderoso.

Más que cualquier imperio que había existido, era enormemente poderoso.

Estados Unidos era la figura dominante, el líder cuya voz resonaba por encima de todas las demás. Era más que una potencia; era el centro de gravedad alrededor del cual giraban los demás países. Aunque su arrogancia podía ser exasperante, nadie podía ignorarlo. Una simple palabra suya podía redefinir la política global en un instante, y todos los demás estaban obligados a escuchar, no por respeto, sino por la certeza de que sus palabras podrían cambiar el curso de la situación actual.

Sin embargo, detrás de esa fachada de poder y confianza, se escondía un monstruo.

Somalia lo sabía demasiado bien cuando Estados Unidos lo mencionó. Sentir su nombre en los labios del líder mundial era como escuchar el rugido de una bestia hambrienta.

— Has roto mi corazón, Somalia — las palabras de Estados Unidos resonaron en la sala, congelando el aire y el corazón de Somalia. Sabía que no era buena señal cuando Estados Unidos mencionaba un nombre, y menos aún cuando se trataba de Al Qaeda. — ¿Cómo se te ocurre estar colaborando con sucios terroristas?

La sonrisa de Estados Unidos era una señal de terror para Somalia, una advertencia silenciosa de lo que estaba por venir. La amenaza se materializó cuando Estados Unidos se levantó con una paciencia calculada, su sonrisa siniestra presagiaba tormenta y destrucción, era el destructor de mundos.

— Me entristece pensar que algunos aquí han olvidado quién es su líder — sus palabras resonaron con un tono de pena, como si eso los lastimara. Somalia temía lo que vendría a continuación. — No se preocupen, mis queridas naciones, les mostraré una vez más por qué yo soy su líder.