Él y Mauritania

1.4K 221 239
                                    

Hermoso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hermoso.

Fue ese el pensamiento de Mauritania.

Mauritania nunca imaginó que no haber entrado a esa reunión cambiaría todo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mauritania nunca imaginó que no haber entrado a esa reunión cambiaría todo.

Recuerda con claridad cómo sus pasos resonaban por los pasillos del imponente edificio de la ONU en Washington, Estados Unidos. Maldijo su constante tardanza, consciente de los posibles regaños que le esperaban por su falta de puntualidad. La idea de enfrentarse a una humillación pública no le agradaba para nada, y con ese pensamiento lo hizo detenerse abruptamente en su carrera desesperada por llegar.

Ya llegó tarde, ya no importaba.

¿Qué sentido tenía?

Mali y Senegal podían decirle qué tanto se había dicho en esa reunión que seguramente no tenía nada que ver con los africanos. Al final, ellos no eran tan importantes en el escenario mundial.

Mauritania no era tan importante.

Con ese pensamiento flotando en su mente, Mauritania comenzó a deambular por los pasillos del majestuoso edificio. Nunca había visto nada parecido en su país. No había rascacielos que se alzaran hacia el cielo como los de Washington, pero eso no lo sorprendía. Después de todo, era la capital de Estados Unidos, la nación que representaba el poder mundial y que, para Mauritania, siempre había sido una figura intimidante e inalcanzable. Aunque habían recibido ayuda financiera en el pasado, Estados Unidos le había dado 130 millones de dólares luego de su independencia, la comunicación siempre se había limitado a través de delegados.

Estados Unidos y él jamás habían intercambiado palabras.

La superpotencia no tenía tiempo para conversar con naciones "de menor categoría", como había señalado con indignación Sudáfrica en una ocasión, cuando Estados Unidos los había dejado plantados en una reunión importante.

Era Estados Unidos, y él podía dejar plantado a quien se le diera la gana.

Mauritania continuó su paseo por los pasillos, observando con curiosidad los retratos que decoraban las paredes. Eran imágenes de los grandes imperios y potencias mundiales, líderes que habían dejado una marca indeleble en la historia. Se preguntaba qué emociones habrían experimentado esos líderes, había malos rumores, incluso Marruecos le señaló que las primeras potencias carecían de emociones, por eso habían llegado a ese puesto. ¿Acaso Estados Unidos, el líder actual, era capaz de sentir?

Estrellita [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora