Él Era Una Potencia.

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Sonrisa de las estrellas,

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Sonrisa de las estrellas,

En sus labios, un misterio,

Rusia miró, siempre en vano,

Ese brillo jamás comprendido.

Rusia salió de la estúpida fiesta ceremonial, dejando atrás las risas y la música

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Rusia salió de la estúpida fiesta ceremonial, dejando atrás las risas y la música.

La celebración por la noticia de que Venezuela y Siria iban a tener un bebé le parecía una farsa, una distracción de la brutal realidad en la que vivían. Estaba feliz por sus aliados, pero la noticia lo había tomado desprevenido. No había pensado si quería hijos o no, y la invitación para la celebración de la nueva nación por llegar solo había añadido confusión a su mente, incluso se replanteo toda su vida cuando se enteró, vaya golpe a la realidad le dieron.

Al principio, no quería ir, pero China le recordó que era de mala educación que las potencias no se presentaran para dar la bienvenida a una nueva nación. Rusia rodó los ojos ante el sermón de su aliado asiático sobre su puesto como potencia. Tantas reglas estúpidas y responsabilidades lo abrumaban. ¿Y si él no quería ir a esa fiesta? No importaba. Debía ir porque era una potencia.

Tonterías.

Ellos eran fuertes.

¿Y aún si estaban sometidos a estas tontas reglas de sociedad?

¡Que estupidez!

Las potencias, las naciones más poderosas de este mundo, las que eran capaces de destruirlo con una sola orden. Ellos, que manejaban la economía mundial, que jalaban los hilos para dominar al resto del mundo. Rusia lo sabía desde muy joven. Nunca le molestó que las demás naciones bajaran la cabeza cuando él estaba presente. Esa era la realidad, y aún así siempre se sintió más como un observador del mundo a su alrededor que parte de él.

Sin embargo, Rusia también conocía el gran peso que todo aquello conllevaba. Los demás no los veían como personas, sino como fuerzas inhumanas que dominaban todo. Lo había notado con el tiempo, al ver cómo sus hermanos se asustaban con su presencia, cómo las naciones pequeñas corrían de su mirada. Rusia, con el tiempo, aprendió a vivir con esa idea. No eran iguales. Para su gusto o no, no lo eran. Porque ellos eran fuertes, los más fuertes de este mundo y eso hacia que los demás les tuviera miedo.

Estrellita [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora