Estrellita [Countryhumans]

Él y su aislamiento.

[...]

La reunión había finalizado.

Se vio la oportunidad de hablar con Kenai.

— No hay nada que yo tenga que hablar con ustedes. — Declaró a los cuatro vientos Kenai, con esa voz fuerte y firme, cuando una tímida Nueva Zelanda se le acercó para preguntarle sobre Estados Unidos, además sobre él.

Kenai, ante una sería actitud, se levantó de su asiento. Pasando derecho por Nueva Zelanda, quien era su tía, con una voz fría y cortante, declarando que no había nada que hablar, que no se le acercan y no quería tener nada que ver con ella u otras naciones. Casi como si esas palabras hubiera sido escupidas con un veneno que quemaba a todo aquel que las oyera.

La expresión de Nueva Zelanda fue dolida, y Australia tuvo que consolar a su hermana en ese momento. Una mirada molesta a su supuesto sobrino y un Kenai que no le importaba en lo más mínima las emociones de los demás, este parecía ser alguien que podía pasar encima de los demás sin importarle a quien o que cosa de llevaba de por medio, un comportamiento que Argentina solo pudo catalogar: Muy gringo de su parte.

Kenai siguió su caminó, ante la mirada incrédula de las otras naciones a ver cómo había tratado a su "tía" y como probablemente a ninguno de los demás les iría mejor, dispuesto a irse, sin mirar atrás y como un pequeño deja vu, como Estados Unidos cuando se había ido sin explicación alguna.

Canadá no lo permitió, no lo iba a permitir.

No otra vez.

Fue un movimiento rápido y veloz. Certero como había llegado al brazo de Kenai y lo había jalado, casi las gafas de sol cayeron al piso por la brusquedad que fue sometido el menor, fue cuestión de segundos para que las organizaciones de Estados Unidos reaccionarán de forma agresiva sosteniendo a Canadá y alejándolo de Kenai que casi hubiera caído al suelo si no fuera por la intervención de Washington.

Canadá debió admitir que se sorprendió de la agresividad que tenía FBI, CIA y DEA con él, cuando en el pasado las organizaciones habían tenido incluso respeto hacia el hermano de su creador, Estados Unidos. Lo agarraban fuerte contra el suelo, inmovilizándolo en cuestión de segundos y sin dejarlo respirar adecuadamente.