Son las siete y, tras pasar la tarde de compras con Hao y luego regresar a mi casa, cuando este sale de la ducha me mira y murmura:—Joder, tío...., ¡qué pasote ducharse!
Ambos reímos y yo, sorprendido por su cambio, omitiendo que parece otro chico, digo:
—Te quedan muy bien esos vaqueros y esa camisa azul.
El joven sonríe. Tiene una sonrisa preciosa. Y, echándose el pelo hacia atrás, se sienta en el sofá a mi lado y comenta:
—Me he guardado todos los tíquets de las compras. No sé cuándo ni cómo, pero te prometo que algún día te devolveré lo que hoy te has gastado en mí.
—No hace falta.
Hao asiente.
—Quizá a ti no te haga falta, pero a mí sí —dice—. Eres la primera persona, además de Mamá Rose, que me ayuda, y no sabes cuánto significa para mí.
Sonrío. La verdad es que lo que estoy haciendo es una locura.
He metido en el apartamento de mis padres a un desconocido para que viva conmigo. Si se enteran me van a matar, pero no sé por qué algo me dice que puedo fiarme de el.
-Como has visto, el apartamento es pequeño —digo mirándolo-. Por tanto, procura que las cosas estén siempre recogidas, ¿de acuerdo?
—Así será —asegura, y, mirando el sofá donde está sentado, murmura- Es bonito y comodísimo. Me encanta mi nueva cama.
Sonrío. El sofá no puede ser más incómodo y feo. Pero, claro, el viene de dormir en el suelo, entre cartones, ¡normal que lo vea como algo precioso y comodísimo!
A través del Spotify de mi teléfono móvil suena una canción de BlackPink, mientras estoy siguiendo el ritmo con el pie suena el portero automático. Voy a abrir y, dirigiéndome a Hao, indico:
—Es Hanbin.
Instantes después abro la puerta del apartamento y sonrío al ver a mi hermano, que pregunta mirándome:
—¿No dijiste que me llevarías la cartera a casa?
Asiento. Le tengo preparada una sorpresa. Y, cuando entra, se queda parado mirando a Hao.
—¿Sabes quién es? —le pregunto.
Hanbin lo mira. Por su gesto intuyo que la reconoce.
—¿Hao? —susurra.
El se apresura a levantarse del sofá y mi hermano suelta:
—Madre mía, pero si no pareces tú, tan limpio y aseado.
Joderrrr, ¿se puede ser más indiscreto?
Lo miro horrorizado. El me mira a su vez y pregunta:—¡¿ Qué pasa?!
Suspiro. La verdad es que mis hermanos nunca han sido muy delicados.
—Nada, hijo —digo—. Solo que podrías ser un poco más sutil y caballeroso.
Enseguida me entiende. Su gesto cambia y, al ver a Hao sonreir, indica:
—Oye..., yo..., disculpa...
—No pasa nada, Hanbin. Te comprendo perfectamente. Quitarse la mugre beneficia a cualquiera.
Dicho eso veo que se dirige hacia mi hermano, que no se mueve. Se ha quedado parado como un espantapájaros. Hao le da un abrazo y luego, tendiéndole algo, dice:
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Si hay que perder el miedo a algo, que sea al miedo. MATTWOONG
FanfictionMatthew, ama su trabajo, pero por experiencia sabe que si tiene pareja puede hacerlo sufrir. Jiwoong, el cual después de la muerte de su esposa se cerró en banda al amor. El destino los unirá, y aunque son muy diferentes se atraerán de tal manera q...