Pov Thalia
Si tuviese que explicar lo que se sintió vivir dentro de un árbol los últimos años sería muy fácil y extraño a la vez. Por poner un ejemplo, imagina algo como dormir estando despierta. Un sueño largo y a la vez rápido, como si cerraras los ojos una noche y después los abrieras la mañana siguiente, pero dónde ese pequeño segundo pasarán mil cosas más de por medio.
Escuchando voces, viendo recuerdos, siluetas pasando delante mío. Algunas muy familiares como otras que no conocía.
Vivir dentro de ese árbol fue una rara experiencia, pero que me llevó a una realidad en la que no esperaba despertar.
Todavía recuerdo lo que fue sentir otra vez al viento soplando contra mi cuerpo, el calor del sol sobre mi piel, y escuchar las voces murmurando alrededor. Abrir los ojos y verme rodeada por un grupo de chicos mirándome boquiabiertos, la gran mayoría desconocidos. Solo algunos muy familiares y extraños, hasta que lo vi a él, sujetándome en el suelo.
Fue muy difícil aceptar todo esto. Aceptar la realidad de que, si lo definiera de alguna manera, me volví en una viajera del tiempo... Ahg, que patético suena eso. Pero ver a Annabeth ya no ser una niña y yo seguir con la misma edad me era suficiente.
Desearía que las cosas fueran diferentes en ese momento, pero por suerte estaba ella conmigo, y no era la única.
Ahora mismo, las dos estábamos de pie con un permiso firmado para salir a las vacaciones de invierno un día antes. Mis lecciones privadas con Quirón evidentemente estaban dando sus frutos. Había manipulado la Niebla para que la propia directora Kellis viniera a decirnos durante el desayuno que nos llamarían a casa inmediatamente por una "emergencia familiar".
La nieve empezó a caer cuando el pequeño Mazda morado de Sally Jackson se detuvo en el camino de entrada y saltamos al asiento trasero.
-¡Annabeth, Thalía!- Nos saludó.
La sonrisa de Sally era tan cálida como siempre, pero parecía tener un toque nervioso, pero no la culpé. Ella era una mortal que llevaba a su hijo semidiós y a sus amigos a lo que podría ser una batalla mortal. Ya era muy valiente de su parte actuar como nuestro chófer.
Entonces su hijo, Percy Jackson, se giró en el asiento delantero para mirarnos y saludar.
-Hola.-
Nos habíamos conocido durante el verano. No era lo que esperaba cuando me dijeron quién era. Otro semidiós, hijo de los tres grandes. Y si lo dijera en voz alta, mi primo.
Durante el invierno estudiando en la escuela con Annabeth no habíamos tenido oportunidades de vernos de nuevo. Solo un par de llamadas de Iris alguna vez. Pero si conocimos a su madre el último día de campamento, y gracias a ella ahora estábamos yendo a buscar a otro viejo amigo.
-Entonces, ¿qué pasó con Grover?- Pregunté mientras salíamos del carril escolar y entramos a la autopista.
-No lo sé. Sólo me dio la dirección de la escuela y dijo que me encontraría allí. No he oído nada desde su llamada de auxilio de ayer.-
-Pensé que tenían un vínculo de empatía.- Annabeth preguntó. -¿No puedes, no sé, sentirlo?-
-No es como si fuera un teléfono o algo así.- Respondió Percy, girando de nuevo hacia delante. -Ni siquiera sé cómo encenderlo o apagarlo. Él es quien sabe trabajarlo.-
Nos quedamos en silencio, preguntándonos qué pudo haber hecho que Grover enviara una llamada de socorro y luego se quedara en silencio. Mi imaginación no ayudó. Siguió evocando imágenes de diferentes monstruos: lestrigones, perros del infierno y otras criaturas aterradoras que podrían esconderse en una escuela del norte.
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-Imprudente.- "La Maldición del Titan." (Saga Percy Jackson x Oc)
AdventureCon menos de un año desde los acontecimientos en el Mar de los Monstruos, Alex se ve arrastrado nuevamente a la acción en medio de un invierno implacable, donde la vida de Annabeth corre riesgo. Nuevos mestizos, viejas caras conocidas, peligros que...