Pov Alex
Zeus era muchas cosas. Un Dios muy cuestionable, un esposo poco confiable, un terrible y mentiroso padre... pero sí puedo decir algo "positivo" de él, y hay dejarlo por sentado, es que sabía cómo dar una fiestas.
No habían pasado dos segundos de salir y ya me encontraba completamente absorto de lo que veía. Era como si las fiestas de fin de año en Manhattan, o incluso el Superbowl, hubiesen tomado nota del Olimpo.
Las Nueve Musas llenaban el aire con su música, y era raro. Ella cantaban, pero sonaba como si escucharas lo que quisieras. No se si me explico bien. Por un momento oía clásicos Punk, y después a Frank Sinatra. Simplemente extraño.
Creo que los dioses podían escuchar música clásica y los semidioses más jóvenes algo más acorde, o lo que fuera en realidad. Todo era la misma banda sonora. Sin discusiones, sin peleas para cambiar de estación de radio.
Sólo pide y lo pondrán manos a la obra.
-¿Entonces por eso no usabas el apellido?- Pregunté.
Nuestros pasos resonaban a medida que bajábamos las escaleras de mármol hasta la fiesta. Y durante todo el trayecto desde esa recámara hasta ahora, Thalia y yo habíamos tratado de recuperar todo ese tiempo perdido, intentar recobrar lo borrado.
Y estos últimos minutos, nuestra madre.
-Ella siempre estuvo mal, Alex.- Respondió, tan resignada como triste. -Desde que tengo memoria que no la he visto sobria. Siempre fue una mujer inestable, atrapada en sus propios problemas personales con Zeus. Estaba más interesada en la botella que en su propia hija.-
-No puede ser...- Murmuré, negando la cabeza.
-Alex, ella fue la que te abandonó.- Thalia concluyó más fuerte. -Te alejó de mí en primer lugar.-
No respondí. Thalia parecía tan resignada a creer que su madre, nuestra madre, no era tan mala. Pero yo jamás la conocí, jamás viví con ella, ni siquiera tengo el recuerdo de haberla visto y todavía era muy confuso.
La última conversación que tuve con Zeus, junto con esos sueños, no quería traerlos ahora.
-Intenté buscarla.- Dijo Thalia de nuevo, un poco más suave.
-¿A finales de verano?- Pregunté.
Ella asintió solemne.
-Si, pero... bueno, ahí descubrí que ya no estaba.-
Apreté los labios.
A finales de este verano, Thalia había tomado la decisión de marcharse. Tomarse una semana fuera del campamento para "aclarar" algunas cosas. No me dejó a mí ni a nadie ir con ella, por más de que insistiéramos que no era lo más prudente. Gracioso viniendo de mi. Pero cuando volvió días después, actuó como si nada, y jamás habló del tema. Ahora sabía a que fue.
-Ya empiezo a recordar un poco más.- Dije. Thalia me miró, y parecía interesarse por eso. -Hace años... no se como, pero alguna razón supe de tí. Creo que no quisieron dejar que te buscara y de todos modos salí, y te encontré cerca de Santa Mónica.-
La miré antes de sonreír.
-No sabías ni levantar una espada en ese entonces.-
Thalia me miró, solo para otorgarme uno de sus golpes familiares en el hombro. Pero aún así una pequeña sonrisa se le escapó de sus labios. Eso pareció aligerarla y distraerla un poco. Eso estaba bien, pero a mi solo me perturbaba.
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-Imprudente.- "La Maldición del Titan." (Saga Percy Jackson x Oc)
AdventureCon menos de un año desde los acontecimientos en el Mar de los Monstruos, Alex se ve arrastrado nuevamente a la acción en medio de un invierno implacable, donde la vida de Annabeth corre riesgo. Nuevos mestizos, viejas caras conocidas, peligros que...