Capítulo 8: Un regreso no tan cálido.

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Pov Alex

-Vaya.- Dijo Nico mientras bajaba del autobús. -¿Eso es un muro de escalada?-

-Si, lo es...- Respondí, tratando de mantener lo que cené en mi estómago.

Después de bajar del autobús volador con Apolo, solo puedo decir una sola cosa. Esa fue una de las experiencias cercanas a una montaña rusa más horribles que habré pasado en mi vida. Saltos, giros bruscos, turbulencias... ni en mis peores pesadillas imaginé que el transporte mágico podía ser tan caótico.

A raíz de esa experiencia, decidí que Thalia nunca, bajo ninguna circunstancia, debería obtener la licencia para conducir. No me malinterpreten, la quiero, y amo la velocidad, pero ese autobús volador fue una pesadilla. 

Si pudiese compararlo con algo, diría que Harry no lo tuvo tan mal en su segundo año.

-¿Por qué cae lava?- Nico preguntó de nuevo, señalando el tope del muro.

No esperaba que estuviera encendida. El año pasado no lo estuvo. Supongo que este invierno éramos más que la última vez.

-Un pequeño desafío adicional.- Respondí, antes de agitar la mano. -Vamos. Te presentaré a Quirón.-

-Oye...- Jackson habló a mi lado. -Zoë, ¿tu conociste...?-

-Conozco a Quirón.- Ella lo cortó con rigidez. -Díganle que estaremos en la cabaña ocho. Cazadores, síganme.-

-Te mostraré el camino.- Ofreció Grover.

-Conocemos el camino.- Respondió con la misma firmeza, caminando con las demás niñas.

-Oh, de verdad, no hay problema. Es fácil perderse aquí, si no lo haces...- Grover tropezó con una canoa y se levantó todavía hablando. -¡Como solía decir mi viejo papá cabra! ¡Vamos!-

Zoë puso los ojos en blanco, pero parecía pensar que sería imposible deshacerse de Grover. Los Cazadores cargaron con sus mochilas y arcos, y se dirigieron hacia las cabañas. 

Mientras Bianca se alejaba, se inclinó y le susurró algo al oído a su hermano. Ella lo miró, esperando una respuesta, pero Nico simplemente frunció el ceño y se dio la vuelta.

Yo solo miré a Jackson con una ceja alzada, cuestionadoramente.

-¿Qué?- Preguntó en defensa.

-Nada.- Dije, antes de mirar la dirección por dónde se fueron las cazadoras.

-¡Cuídense, cariños!- Apolo se despidió de los cazadores, antes de guiñar un ojo.

-¿Sabes?- Pregunté, pasando mi bolso sobre mis hombros. -Uno de tus hijos aquí.-

-Oh, seguro que Lee se quedó por otro año.- Sonrió sin decir nada más al respecto, lo que me dio su respuesta.

Otro Dios que se negaba a ver a sus hijos, y nosotros aquí platicando con él.

-Okey, hermanito, espero que me visites pronto.- Dijo Apolo, intentando no tropezar mientras caminaba de espaldas. -¡Y buena suerte con eso!-

-¿Qué?- Pregunté, reteniendo una risa. De verdad, a veces no lo entendía.

-Tu sabes.-

Me guiñó el ojo de nuevo, dejando pasar a Thalia, que bajaba del autobús.

-Hasta luego, Thalía.- Sonrió, subiendo al autobús. -¡Y, uh, sé buena!-

Así miró a Jackson, ahora intentando retener una risa con una sonrisa.

-Cuidado por dónde navegas, Aquaman.-

-Imprudente.- "La Maldición del Titan." (Saga Percy Jackson x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora