Pov Percy
-¿Esto no puede ir más rápido?- Thalía exigió desde el asiento delantero.
Zoe la miró fijamente y extendió el brazo hacia delante.
-No puedo controlar el tráfico.-
Alex suspiró a mi lado, en los asientos traseros.
-Esto no estaría pasando si yo condujera.-
-¡Cierra la boca!- Le gritaron las dos al mismo tiempo.
-Ambas suenan como mi madre.- Comenté en un murmuro.
Thalia se dio la vuelta y me fulminó con la mirada antes de señalarme.
-Tu, no hables.- Dijo antes de pasar a Alex. -Y tú, jamás tocaras un volante de nuevo.-
-¡Oye, la última vez lo hice bien!- Alex se defendió indignado. -No teníamos ningún helicóptero caza sobre nuestro trasero al cual deshacer.-
-Oh, pero manejaste muy bien la situación.- Respondió Thalia, volteando los ojos antes de girar hacia delante.
-Bueno, tampoco te vi haciendo nada.-
-¡¿No hice nada?! ¡Tuve que sujetar el volante cuando decidiste salir por la ventana!-
-¡Para deshacernos del helicóptero! ¡No es mi culpa que tu no puedas invocar un rayo!-
-¡Ah! ¡¿Ahora es mi culpa?!-
Así ambos comenzaron una pequeña discusión, de nuevo. Zoe parecía intentar mantener toda su concentración sobre la calle, mientras Alex y Thalia se gritaban el uno al otro. Pero incluso podía ver lo irritada que estaba de ambos.
Mejor lo cambió, ella era la madre que debía soportar a sus dos hijos.
Decidí no intervenir. Ya sufrí de primera mano algunas patadas eléctricas por acercarme. Además, tenía cosas más preocupantes que pensar.
Pasé el viaje respirando profunda y temblorosamente. Sabía que cualquier cosa que ocurriera allí arriba no iba a ser fácil. Y si las profecías chocan, uno más de nosotros podría... irse.
Entonces, por ahora, necesitaba ahorrar energía y concentrarme. Necesitaba estar listo para lo que venía.
Zoe entraba y salía del tráfico en el puente Golden Gate. El sol se hundía en el horizonte cuando finalmente llegamos al condado de Marin y salimos de la carretera.
Los caminos eran increíblemente estrechos, teniendo que serpentear a través de bosques, subir por las laderas de colinas y rodear los bordes de barrancos empinados. Y en ningún momento, Zoe disminuyó la velocidad.
-¿Por qué todo huele a pastillas para la tos?- Pregunté.
-Eucalipto.- Zoe respondió, señalando los enormes árboles que nos rodeaban.
-¿Lo que comen los osos koala?-
-Y los monstruos.- Respondió Alex, mirando por la ventana. -Es raro ,pero a ellos les encanta masticar las hojas.-
-Especialmente a los dragones.- Agregó Zoe.
Entonces la miré confundido.
-¿Los dragones mastican hojas de eucalipto?- Pregunté de nuevo.
-Créeme.- Dijo Zoe. -Si tuvieras aliento de dragón, también masticarías eucalipto.-
No lo discutí. Eso tenía mucho sentido, así que no hice más preguntas. Miré a través de la consola central del auto y vi a Zoe agarrando el volante con los nudillos blancos. Estaba casi temblando de nervios por alguna razón. ¿Tal vez por sus hermanas?
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-Imprudente.- "La Maldición del Titan." (Saga Percy Jackson x Oc)
AdventureCon menos de un año desde los acontecimientos en el Mar de los Monstruos, Alex se ve arrastrado nuevamente a la acción en medio de un invierno implacable, donde la vida de Annabeth corre riesgo. Nuevos mestizos, viejas caras conocidas, peligros que...