-Imprudente.- "La Maldición del Titan." (Saga Percy Jackson x Oc)

Capítulo 15: Un conductor designado.

Pov Percy

Las alarmas sonaron en todo el museo. La gente estaba acudiendo en masa a las salidas. Los guardias de seguridad corrían presas del pánico sin tener idea de lo que estaba pasando.

Grover se arrodilló al lado de Thalia y la ayudó a levantarse. Parecía estar bien, sólo un poco aturdida. Mientras Alex levantó su daga del suelo.

-Estoy bien.- Dijo Thalia, antes de que él pudiera decirle algo.

-De acuerdo.- Alex me miró. -Raro verte a ti también, Jackson. ¿Eras tú el de antes?-

No sabía cómo lo supo.

-Si...- Asentí antes de mirar los restos de la pelea. -Estuvo cerca.-

-Podría haber sido peor.- Se encogió de hombros. -Podría haber escupido fuego.-

Le alcé una ceja, mientras palmeaba mi hombro, antes de que comenzara a acercarse a los demás. Intenté sonreír, pero al final lo seguí hasta Grover y Thalia. Mientras Zoë y Bianca caían del balcón y aterrizaban junto a nosotros.

Lo que nadie pudo anticipar, fue que Thalia diera un paso al frente y le diera a Alex un golpe derecho en el rostro. Su cabeza tiró hacia atrás, tan pronto sus manos cubrieron su nariz.

Thalia jadeaba pesadamente. Todavía parecía mareada por el golpe que se había dado, pero eso no evitó que hablara.

-Te dije... que si volvías a escaparte te golpearía.-

Alex le abrió un ojo, antes de responder como solo él haría.

-Dijiste que me partirías las piernas.-

-¡No me provoques!- Ella gritó, logrando que nos acobardáramos detrás de Zoë.

Ella me miró con cautela, y empecé a ponerme nervioso cuando no decía nada.

-Esa fue... una estrategia interesante.-

-Oh... Bueno, funcionó, ¿verdad?- Contesté.

Ella no discutió. El león parecía derretirse hasta que no quedó nada más que su brillante pelaje, e incluso eso parecía reducirse al tamaño de la piel de un león normal.

-Tómalo.- Me dijo Zoë.

-¿Qué? ¿La piel del león? ¿No es eso como una violación de los derechos de los animales o algo así?

-Es un botín de guerra.- Explicó mientras comprobaba los daños. -Es tuyo por derecho.-

-Pero...- Dudé antes de mirarla. -Tú lo mataste.-

Ella sacudió la cabeza, casi sonriendo.

-Creo que tu sándwich de helado hizo eso. Lo justo es lo justo, Percy Jackson. Toma la piel.-

-¿Era un sándwich de helado?- Pregunto Alex. -Creí que era un glaseado.-

Me estremecí.

-Lo suficientemente cerca.- Dije mientras levantaba el pelaje.

Era suave y terso. No se sentía en absoluto como algo que pudiera detener una espada.

-Una poderosa bestia abatida por un terrible exceso de comida.- Alex suspiró. -Si eso no es un reflejo de los Estados Unidos de hoy en día, no sé qué lo es.-

Lo miré antes de observar mejor el pelaje. La piel se movió y se transformó en un abrigo: un guardapolvo largo de color marrón dorado.

-No es exactamente mi estilo.- Murmuré.