-Imprudente.- "La Maldición del Titan." (Saga Percy Jackson x Oc)

Capítulo 27: Un Cielo que dejo caer.

Pov Alex

No necesitó más que una palabra para que cargáramos de ambos lados. Y como temía, Thalía fue directamente hacia Luke.

El poder de su escudo era tan grande que el séquito de dracanaes huyeron presas del pánico, dejando caer el ataúd dorado, y además, dejándolo solo. Pero a pesar de su apariencia enfermiza, Luke todavía era rápido con su espada.

Gruñó como un animal salvaje y contraatacó. Cuando su espada, Backbiter, chocó con el escudo de Thalia, una bola de relámpago estalló entre ellos, friendo el aire con zarcillos amarillos de poder.

Quería ir a ayudarla, pero tenía otras dos preocupaciones, y debía tomar una decisión. Si iba directamente a Atlas, tal vez podría evitar que sucediera lo que temía. Si podía detenerlo, la profecía podría evitarse y Zoe estaría a salvo, pero por otro lado, Annabeth todavía estaría en peligro.

Atlas era un asunto diferente. Cambió su gran traje de seda por una armadura de combate griega, sosteniendo una enorme jabalina que incluso si nos subíamos uno encima del otro, no llegaríamos a igualar su altura.

-¡Adelante, entonces!-

-¡Percy!- Gritó Zoé. -¡Ten cuidado!-

Percy corrió hacia él y Zoe se alineó detrás. Tenía que decidirme ahora, pero eran dos polos opuestos que luchaban en mi cabeza y terminé por preguntarme que sería lo correcto.

Aunque lo pensé demasiado cuando una jabalina se interpuso en mi camino hacia Annabeth.

Jadeé, temblando hacia atrás por la velocidad en la que voló. Giré rápidamente de dónde provenía, y Atlas tenía su brazo extendido, justo con Percy sentado entre medio de nosotros después de haberla esquivado.

Pero una sonrisa macabra apareció en los labios de Atlas.

-Ups, fallé.-

Sentí un nudo en mi estómago al oírlo. Si quería podría haberme dado en ese disparo. No fui capaz de anticiparlo. Ni siquiera las descargas pudieron avisar antes de que se estampara contra una columna delante mío.

-No volverá a pasar.- Prometió Atlas mientras saltaba y volvía a tomar su lanza.

Me agaché instintivamente para esquivar otro rápido ataque que pasó zumbando por encima de mi cabeza. Antes de que pudiese dar otro rodé hacia un costado al instante en el que intentó golpearme de nuevo desde arriba.

-¡No corras!-

Atlas reía intentando golpearme.

-¡¿Qué?! ¡¿Esta vez no hay respuestas planeadas?!- Gritó, agitando su lanza de un lado al otro. -¡¿No hay bromas?! ¡¿Comentarios sarcásticos?!-

Pequeños escombros volaban con cada golpe que chocaba contra una pared, columnas, o lo que sea que estuviese hecho de piedra.

-Bueno...- Dudé, saltando sobre encima de su lanza, para agacharme de nuevo en otra estocada. -Por ahora preferiría centrarme en no ser golpeado.-

Atlas sonrió torcidamente y preparó otro golpe. Así volvió a atacar, mucho más violento que antes y ruidoso que antes. Zoe se mantuvo al margen, y era lo mejor que podía hacer.  

Y por una vez tuve que depender más de los propios reflejos que de las descargas detrás de mi cuello. Cada movimiento de Atlas era rápido y poderoso que apenas tenía tiempo para reaccionar.

La última vez que lo enfrenté ni siquiera estaba en mi momento más cuerdo. Era dejarme llevar por mis impulsos y estupideces. Y a pesar de darlo todo, apenas le hice cosquillas. No tenía sentido en intentar golpearlo de nuevo. Era un Titan.