Capítulo 25: Un papá genial.

47 8 0
                                    



Pov Alex

Mis pulmones estaban en modo turbo, tratando de atrapar cada bocanada de aire fresco. Pero, oh sorpresa, no era precisamente aire fresco y rejuvenecedor. El suspiro se quejaba al entrar, el aire frío destrozaba mi garganta, pues era como tragar hielo.

Mientras nuestros pasos resonaban en un coro apresurado, el sonido de las respiraciones agitadas se mezclaba con el peculiar "Muuu" de aquella vaca chapoteando en el agua. Ni bien habíamos salido de nuestro escondite detrás del centro comercial, nos lanzamos a correr por la costa, siguiendo a Zoe.

-Nunca lo lograremos.- Dijo Zoe entre jadeos.

Tragué saliva antes de responder.

-¿Con ese optimismo? No lo creo.-

Ella se quejó en otro jadeo.

-Nos estamos moviendo demasiado lento.- Miró hacia su derecha, al mar. -Pero no podemos abandonar el Ophiotaurus.-

-Muuuu.-

¿Cómo se dice al sonido que hacen las vacas? ¿Mugido? No sé, pero Bessie emitió uno después de oírla.

Ella, o bueno, él nadó a nuestro lado mientras corríamos por el paseo marítimo. Nos dirigíamos hacia el puente Golden Gate, pero estaba mucho más lejos de lo que pensaba.

El sol ya se estaba hundiendo en el extremo occidental del cielo, señalando que ya se estaba despidiendo por el día, lo que nos dejaba pocas horas para terminar con esto. Y el frío se volvía mi compañero no tan amistoso después de nuestra llamada de iris.

-No lo entiendo.- Dijo Jackson detrás. -¿Por qué tenemos que llegar allí al atardecer?-

-Las Hespérides son las ninfas del atardecer.- Respondió Zoe. -Solo podemos entrar a su jardín cuando el día se convierte en noche.-

-¿Qué pasa si nos lo hacemos?- Preguntó Jackson de nuevo.

-Mañana es el solsticio de invierno.- Respondí. -Si nos perdemos el atardecer esta noche, tendríamos que esperar hasta mañana por la noche.-

-¿Entonces?-

-Entonces el Consejo Olímpico habrá terminado.- Completó Zoe. -Debemos liberar a Lady Artemisa esta noche.-

-Y rescatar a Annabeth.- Agregué.

Eso último sembró un silencio que nadie rompió mientras seguíamos corriendo. Incluso los jadeos parecieron detenerse por un segundo, pero era como si todos pensáramos en lo que se venía.

O en lo que dejamos.

Cuando por una vez Annabeth decide hacerme caso, soy yo el que termina fuera, y ella dentro  de ese horrible lugar, encerrada con docenas de monstruos, algunos semidioses, y un Titan que podría partirte por la mitad si quisiera. Por supuesto que estaba preocupado y no pude anticipar que me sacaran de allí como para traerla conmigo, mucho menos lo que hizo.

Un suspiro salió por mi nariz.

Realmente, odiaba las casualidades. Ese fue probablemente uno de los mejores momentos que habré pasado en mi vida y como si el destino quisiese burlarse de mí, me separó de ella en un instante.

-Necesitamos un coche.- Señaló Thalía detrás de nosotros.

La miré sobre mi hombro. No era que no tuviera un buen punto, pero lo que pasó con ella antes... Era otra cosa por la cual preocuparme.

-¿Pero qué pasa con Bessie?- Preguntó Jackson.

Grover se detuvo en seco. Todos hicimos lo mismo, chocando entre nosotros.

-Imprudente.- "La Maldición del Titan." (Saga Percy Jackson x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora