N A N O NMiro la mano derecha de Ohm cuando agarra la mía y suspiro sonriéndole.
La intensidad con la que me mira a los ojos, a veces me causa escalofríos.
Me desconcentro porque entrelaza nuestros dedos, y volteo a ver a las personas, porque mi cerebro desconectándose me hace regresar a la realidad.
Estamos trabajando.
Las preguntas del organizador empiezan a darse, y escucho con atención las palabras que Ohm dice.
Es muy bueno para esto, siempre sabe que responder para que todos estén felices.
Yo asiento dándole la razón y me detengo a observarlo todo.
Nuestro alrededor.
Estoy acostumbrado a las personas gritando y las cámaras apuntándome, pero últimamente no quiero mostrarles de más.
No quiero hablar con nadie sobre los sentimientos que tengo por Ohm.
Quizás, porque ya no es tan claro para mí.
—Es muy lindo —dice volteando a mirarme y me pongo nervioso.
Lo golpeo despacio, para que deje de hacerlo y él se ríe.
Tengo el corazón vuelto loco y muchas ganas de salir de este lugar.
¿Lo pensará realmente?
¿De verdad creerá que soy lindo?
¿Por qué últimamente estoy tomándome tan personal todo?
—Hace mucho calor hoy —susurra pasando por mi lado, cuando tiene que retroceder para movernos en el escenario y yo lo miro con atención.
—Sí.
—Ya quiero irme —agrega respirando profundo y le sonríe a las personas después.
Está dándoles lo que quieren, sé perfectamente qué es lo que hace.
Lo que ocurre es, que no estoy tan seguro de qué estoy haciendo yo, porque todo esto que siento, no puede ser normal.