N A N O N
Suelo estar más animado en las fiestas, habitualmente.
Ahora solo quiero irme, porque me incomoda estar cerca de Ohm.
—¿Qué te pasa? —me pregunta Jimmy acercándose y yo agarro la cerveza que ha traido para mí.
Él me pasa.
—Llevo días sin dormir bien, creo que voy a irme.
—¿Seguro?
—La vida laboral está ahogándome.
Su mirada se dirige a Ohm, y luego regresa a mí.
—Puedes decirme, ¿pelearon?
—¿Qué?
—Es normal, va a solucionarse, creo que todos en la empresa hemos tenido diferencias con nuestro co protagonista en algún momento, es porque tenemos que pasar mucho tiempo juntos.
Asiento incómodo, porque no quiero hablar de esto.
—Todo va a estar bien —dice sonriéndome.
Están programando eventos para todos y estoy incluido con Ohm.
No sé como decirles que voy a esforzarme solamente para presentarme, pero ya no me interesa continuar con esto.
No quiero promocionar, estoy cansado.
Veo a mi alrededor, están todos divirtiéndose y quiero volver a ser esa persona.
Agarro mi teléfono cuando estoy solo, porque voy a mandarle un mensaje a Mark para que pase por mí.
—Non —escucho que dice Ohm agarrando mi brazo y lo miro, porque se acerca demasiado a mi cuello.
La música está alta, y puedo oler el alcohol en su aliento.
—¿Qué?
—Vamos a hablar —dice apoyándome a la pared, y miro sus labios cuando se aleja.
—Mañana —respondo aclarando mi garganta y él coloca sus manos cerca de mi cintura.
—¿Por qué no ahora?
—Tomaste, Ohm.
—Poco —me aclara acercándose de nuevo.
—No puedes conducir así —suelto alejándome y volteo hacia él, estirando la mano para tomar la suya.
Entrelazo nuestro dedos para caminar a la salida.
Sus pasos detrás de mí, me ponen nervioso.
Cuando llegamos al estacionamiento, intento buscar las llaves en su pantalón y él suspira, sin quitarme la mirada de encima.
—¿Vas a llevarme porque te preocupas por mí? —me pregunta y yo asiento.
—Eso voy a hacer.
—¿Aunque me odias?
Muevo rápido la cabeza, negativamente.
—Yo no te odio.
—Parece que sí —responde agarrando mi rostro y hago una mueca evitando cruzarme con sus ojos.
—No creo ser capaz de odiarte, eres...
Era.
En el pasado.
Ohm ya no es mi mejor amigo, y ya no sé si volveré a tener uno.
—¿Qué soy? —me pregunta arrinconándome y agacho la cabeza.
—No sé —le digo despacio y me obliga a mirarlo a los ojos.
—¿Por qué no podemos volver a ser lo que éramos, Non?
Puedo ver la desesperación en su rostro, y el nudo que tengo en la garganta está molestándome.
—¿No era real lo que teníamos? —continúa cuestionándome y ya estoy llorando— ¿O ya acabaste con todo lo que sentías?
Intento desviar la mirada, pero no me deja.
—Te amo —dice limpiando mis lágrimas— y lamento haber sido un idiota.
—No estoy enojado contigo, lo siento —balbuceo pegándome a su pecho— perdón, yo me estoy comportando como un imbécil.
Cierro los ojos, porque me abraza, y quiero quedarme aquí.
Mis manos presionan fuerte su cuerpo, porque no quiero soltarlo más.
