EL DAÑO QUE NOS HICIMOS
Es desgastante entrar en una batalla interna contigo mismo, y con lo que sientes, para escapar de alguien.
Puede volverse una guerra, cuando ese alguien tiene una batalla propia también.
Es insostenible si tienen que ocultarlo, porque miles de personas están mirándolos.
Supongo que de esto hablan quienes dicen que es peligroso jugar con fuego.
Cuando estás quemándote, ya no quieres sobrevivir en la guerra, solo quieres que se termine aunque no ganes tú.