In Your Eyes | Changlix Omegaverse

CAPÍTULO 38

The last time?

Minho.

Detengo el toque de mis nudillos en la puerta cuando escucho el ruido en el otro lado de la habitación y ruedo los ojos dando media vuelta, devolviéndome hacía la planta baja le envío un mensaje a Changbin que espero me responda en cuanto pueda.

Una vez llego a la sala de la gran casa me recuesto en una de las paredes sintiendo de nuevo esa sensación de ansiedad y extrañeza en mí.

Paso el nudo en mi garganta y me enderezo cuando siento un aroma «ahora conocido» cerca.

—Sé que estás ahí —digo lo suficientemente alto para que él me escuche.

—Lo siento —Sam sale de su "escondite" si es que puede ser llamado así—. Hola, Minho.

—Hola.

—¿Todo bien? —murmura

—Todo bien —digo sin pensarlo demasiado.

Él me estudia con la mirada y finalmente asiente con la cabeza y mira hacía otro lado.

—Bien.

Estoy a punto de responder cuando se escuchan voces discutiendo y cada vez más cerca de nosotros, me quedo mudo al ver que Hyunjin desesperado anda detrás de un Jisung enojado y llorón. Quiero burlarme pero probablemente si me río se darán cuenta de que no están solos así que prefiero esperar.

—¡No me vas a tocar de nuevo en tu vida! —grita Jisung.

—Cariño...

—¡Nada de cariño, no me la volverás a meter en tu vida!

Quiero reírme...

—¡Puede ser al revés! —Hyunjin grita y escucho a Sam reírse lo que hace que el berrinchudo de Jisung se calle y voltee a verlo.

Carraspeo y ahora me miran a mí, pero los ojos de Jisung vuelven a aguarse y entrecierro los ojos cuando se me acerca.

—¡Min! —se aferra a mí—. ¡Me la metió y me embarazo!

Me quedo mudo sin saber que decir, simplemente lo dejo llorar en mi hombro y volteo a ver a Hyunjin en busca de alguna explicación pero en cuanto conectamos miradas se hace el tonto enfocándose en otra cosa.

Saliendo de mi ensoñación vuelvo a Jisung que sigue llorando como si su vida dependiera de ello, frunzo el ceño cuando se acerca más a mí y refunfuña al ver que sigo bastante desorientado así que le devuelvo el abrazo dándole "consuelo".

El aroma de Hyunjin se intensifica y aunque no entiendo mucho de esta situación prefiero mantenerme al margen.

—Vamos a la cocina —murmuro.

Jisung se sienta en el taburete mientras yo me acerco a la estufa preparando un té, ignoro como entre murmullos Sam regaña a Hyunjin y me siento al lado de Sungie.

Él voltea a verme con sus ojos temblorosos y quiero reírme porque cuando conocí a Jisung incluso pensé que era un omega y ahora de verdad parece uno, atemorizado de mi reacción.

—Está bien, Ji.

—No lo está, Min... Sabes lo peligroso que es.

Antes de que pueda decir algo, Hyunjin se mueve a pasos rígidos y enojados hacía la estufa y sirve el té que ahora está caliente. Deposita una taza frente a Jisung y se aleja hacía una ventana con su propia taza, suelto un suspiro cuando Hanji vuelve a soltar lágrimas y mira hacía su regazo jugando con sus manos.

—¿De cuánto estás? —inquiero.

—No más de dos semanas, creo...

—Es aún pequeño, Hanji... Sabes que puedes...

—No...

—Pero me acabas de decir... —me quedo callado al ver su expresión.

«No entiendo a esta gente»

—No es una opción —termina de hablar un poco más calmado.

—¿Entonces?

—Que pase lo que tenga que pasar —posa la taza en sus labios.

—Jisung, sigue siendo muy peligroso... Podría incluso salir mal y lo sabes.

—Sal de aquí, Minho —alzo la mirada ante la voz de Hyunjin.

—Incluso tú también lo sabes.

—Vete —vuelve a decir.

Me levanto del taburete sin decir una palabra e intento ignorar la mirada suplicante de Jisung, pero honestamente, esto a mí no me concierne en nada.

Salgo de la cocina a pasos largos y me detengo cuando mi celular suena.

Changbin.

[You: 11:23]
Dime que hago con los Choi y dónde los dejo.
Responde en cuando puedas.

[Changbin: 12:01]
Llévate a Yeonjun, déjalo cerca del ojo público, aún necesito a Beomgyu.

[You: 12:02]
Ok.

Suspirando me dirijo hacia donde se ubican las cabañas y me llevo a San conmigo ignorando su chismorreo con Mingi.

—¿Qué haremos? —inquiere curioso.

—Trabajar, ¿Qué más? —respondo en su lugar.

Abro la puerta retirando los candados e ingreso ignorando el mal olor, observo a Beomgyu en un rincón y me dirijo hacia el otro rincón, dónde se encuentra el Choi mayor.

—De pie —ordeno.

—¿Qué estás haciendo? —ignoro las palabras de Beomgyu— ¡Oye! Había un trato.

—El trato se mantiene —digo.

—¿Y yo? —inquiere— ¡Minho!

Cierro de golpe la puerta y le entrego el imbécil a San mientras pongo la seguridad de nuevo.

—¿Ya me van a matar? —pregunta.

—Eso sería un favor —lo miro a los ojos—, y yo no hago favores.

Horas más tarde, Yeonjun es tirado a un lugar medianamente poblado de la ciudad, le lanzo un teléfono desechable y me devuelvo por el mismo camino son mirar atrás.

Le ordeno a San dirigirse a la mansión por si lo necesitan y yo me desvío por otro camino.

Necesito un respiro.