Hace tres años Felix falló en una de las misiones más importantes en su carrera como soldado militar. Falló completamente y tal vez si se arrepiente, se arrepiente de su estupidez pero nunca de lo que esa "estupidez" le dejo.
Para él, lo más import...
Tenía claro que algo así podía pasar, por lo que han sido dos largos días.
Y no es suficiente.
Su cabeza que hace unos minutos se encontraba descansando en mi hombro ahora sube y baja por la extensión de mi miembro.
Un gemido sale de mi boca cuando la lleva más profundo ahuecando las mejillas.
Lo hace bien.
Jodidamente bien.
Cuando siento que me voy a venir lo empujó escuchando un bufido de molestia que se va al instante en el que estoy de nuevo dentro de él.
Junto mis labios con los suyos de una manera más ruda, justo como a él y a mí nos gusta tragándome sus gemidos una vez empiezo el vaivén de mis caderas.
Es adictivo.
Alejo mi cara de la suya viendo atentamente su aspecto; tiene marcas por todo el pecho, incluso por su cuello. Excepto una.
Me observa con sus ojos llorosos cargados de placer y sonrío cuando me acerca a su boca de nuevo. Yo encajo mis manos en su cadera y le doy la vuelva, ahora quedando debajo de él.
Empieza dando círculos, adelante y atrás, hasta que se impulsa de mi abdomen y baja con fuerza una y otra vez. Llevándonos al límite.
Tan jodidamente insaciable.
Llevo una de mis manos a su erección cosa que parece gustarle porque se retuerce sobre mí y suelta mi nombre en suspiros entrecortados.
Es cuestión de segundos para que el orgasmo lo alcance y todo su cuerpo tiemble de placer.
Pero yo no he terminado así que sigo embistiendo de forma rápida escuchando sus lloriqueos por la sobrestimulaciòn.
Jadeo cuando me aprieta más y finalmente termino dentro de él dejando crecer el nudo.
Suspiro y me acomodo mejor en la cama dejando que su cuerpo descanse sobre él mío.
Acaricio sus mejillas llenas de pecas de forma delicada y sonríe entre dormido. Es hermoso.
Mientras él descansa pienso acerca de una marca y sé lo que hago.
Solo estoy alargando el momento de hacerlo, pero una parte de mi por más que quiera hacerlo sabe lo que esto conllevaría. No quiero que sea una decisión netamente mía.
Tampoco quiero que su lobo lo decida, quiero que él lo decida.
Si tenerlos conmigo es riesgoso, con una jodida marca lo es aún más. Y aún así no está en mis planes dejarlos ir.
Casi una hora después se mueve perezosamente y lo cargo hacia el baño para asearnos.
No le gusta estar "sucio" por mucho tiempo.
Aunque esto implique que lo hagamos otra vez dentro de la bañera.
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Días después ya estamos listos para salir de nuevo.
Bueno, no realmente, pero él no soporta estar tanto tiempo separado de Jake y yo tampoco.
Se conforma con los supresores y yo estoy bien con eso.
