In Your Eyes | Changlix Omegaverse

CAPÍTULO 17

Inside 🔞.

Felix.

Me siento cansado, derrotado, destrozado y todos sus sinónimos.

No puedo contar las veces que lo hemos hecho ni las horas que llevamos encerrados en este gimnasio.

¿Qué le diré cuando nos vea?

Y sobretodo que dirá el papá de Changbin, que vergüenza...

Pero esa se convierte en la menor de mis preocupaciones cuando se desliza detrás de mi en las duchas del gimnasio.

Dios... Soy yo de nuevo.

Me doy vuelta rápidamente y hago un repaso lento de su cuerpo.

Al parecer, tantas rondas no fueron suficientes para él... Y viceversa.

Me apoyo en la pared cuando se acerca a mí y me da un beso lento, suspiro inconsciente contra sus labios, hambriento de más.

El sonríe levantando mi pierna y se entierra de golpe haciendo que suelte un gemido.

—Avisa... Idiota —digo y se ríe aún en mi interior.

—¿Te das cuenta de que entraste en celo y tu olor es quién me llama? —me sonrojo y bajo la mirada un poco pero el alza mi barbilla y deja varios besos cortos en mis labios.

Enrollo su cuello en mis manos y clavo mis uñas en su espalda cuando se cierne sobre mí, esconde su cara en mi cuello mordiendo y lamiendo todo a su paso.

Se mueve en mi y gimo cuando toca mi punto, suplicando por más... Siempre más. Hago mi cabeza a un lado dejando que indague más en mi cuello.

Se aleja un poco de mí y sostengo su mirada, me siento un poco perdida en ella. En todo de él en general.

Un viejo sentimiento corre por mi estómago y deja caer su frente a la mía, aún mirándonos el uno al otro se mueve en mi interior y sus dedos se clavan en mi trasero buscando llegar más allá.

Arqueo la espalda gimiendo cuando golpea deliciosamente mi punto.

Respiro contra sus labios cuando me abraza y lo atraigo más a mí por el cuello.

Quiero besarlo, pero antes de hacerlo, baja mi pierna y me da la vuelta rápidamente, ahora poniéndome contra la pared.

—Bin...

Ma calla de golpe abriéndome de piernas y enterrandose en mí de una sola estocada, jadeo contra la pared intentando mantenerme estable.

—Maldita sea —gruñe.

Me folla fuertemente contra la pared y gimo cuando una de sus manos la dirige a mi entrepierna, apoyo mis manos en la pared usando fuerzas de no sé dónde, volteo mi cara y me encuentro con su mirada.

Por favor...

Se acerca a mis labios besándome, su aliento choca contra mis dientes y aún escapan suspiros de mis labios. Juega con mi lengua y jadeo sobre su boca con cada embestida que da. 

—Lo único bueno que hicieron tus padres eres tú —murmura alejándose—. Te crearon a tí. Únicamente para mí.

Sus palabras posesivas me calientan en sobremanera y me muevo con él, buscando la liberación de ambos.

Me agarra de las caderas ayudándome a ir al ritmo de él y todo mi cuerpo se tensa.

Me masturbo al sentir mi orgasmo cerca y él aún se mueve dentro de mí.

La sobreestimulación me tiene ciego, me retuerzo en sus brazos rogando.

—No pares, Binnie...

—Mierda —gime.

Me embiste aún más fuerte y mi cuerpo casi cae destrozado con el orgasmo hormigueando en nosotros, mi mano en la pared y sus brazos ayudan a que me sostenga cuando él acaba nuevamente en mí.

Recuesto mi frente contra la pared respirando fuertemente y sale de mí aún así me sostiene y abre la llave del agua caliente.

Esta cae por mi cuerpo y me da la vuelta, mis piernas tiemblan y separa el cabello de mi frente.

—¿Estás bien? —pregunta.

Asiento con la cabeza y recargo mi cabeza en su hombro.

Cierro mis ojos e incluso dormito un poco mientras él me baña.

No digo nada y él tampoco, solo abre un armario dentro del gym y me extiende algunas prendas.

Ambos nos empezamos a vestir en silencio y mi estómago tiembla a la espera de lo que él vaya a decir.

No sé si quiero quedarme a escucharlo.

No sé qué mierda me pasa, no sé por qué la última ronda se ha sentido algo... Diferente.

Termino de vestirme rápidamente, quiero salir de aquí...

Justo cuando voy a abrir la puerta, me agarra una de mis manos. Volteó a verlo y me jala hacía él, abrazándome deja un beso en mi frente y casi quiero llorar del alivio.

—Vamos.

Asiento lentamente y sin soltarnos de las manos subimos buscando a Jake.