Su mente rápidamente pensó en lo que había hablado con Ly el día anterior, pensó en la promesa que le había hecho. Le juro que no debía preocuparse, que él siempre volvería a ella como diera lugar, sin importar nada y ahora se encontraba encerrado dentro de un auto rodeado de caminantes junto a Aaron.La rubia lo mataría.
—Debemos evitar que nos vean y en unas horas se disiparan.—Murmuro viendo a los caminantes intentando entrar al auto.
—Los vidrios resistirán algunas horas sin problema.—Comento Aaron.
El arquero comenzó a buscar algo dentro del auto que pudiera ayudarlos a cubrir los vidrios y así taparle la vista a los caminantes. Eso haría que los mismos se diriparan.
—Debemos encontrar algo para cubrir los vidrios.—Le dijo.—Hay que cortar los asientos, eso nos ayudará.—Propuso sacando su cuchillo, listo para comenzar.
El contrario encontró un papel escondido entre los asientos y cuando comenzó a leerlo, no podía creerlo. Era una trampa.
—Trampa. Viene gente mala, no se queden.—Leyó en voz alta ganándose la atención del arquero. Se miraron con asombró y una ligera preocupación. No se esperaban eso.
Sabía que tenía que salir de ahí dentro, tenía que volver a casa con la ojiazul o sería hombre muerto.
Su familia lo necesitaba.
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La rubia se encontraba preparando galletas para los niños de la comunidad porque ya no sabía que hacer dentro de la casa y había estado más adolorida de lo normal, y Carol le recomendó estar en reposó o hacer cosas muy sencillas que no lleven mucho esfuerzo para prevenir cualquier peligro.
Todos la cuidaban mucho.
—¡Rubia!—El grito de la colorada llegó a sus oídos haciéndola sonreír. Siempre era tan escandalosa.—Te traje algunas cosas que creí que serían útiles para ti y el mini flechita.—Comento antes de entrar por la puerta de la cocina.—Senti el olor a las galletas. Quiero algunas.
—Aún le faltan.—Contesto.—¿Qué trajiste para nosotros? Me interesa eso, no he tenido oportunidad para conseguirle cosas a este pequeño.
—Bien, encontré una guardería o algo similar a algunos kilómetros de aquí y había varias cosas.—Empezó contándole mientras sacaba las cosas de dentro de su bolso.—Hay un poco de ropa, unas mantitas sucias y dos biberones.—Le enseñó las cosas con una sutil sonrisa. Era una tía atenta.
—Oh..—Tomo una de las prendas de ropa viendo lo pequeña que se veían.—Muchas gracias, sin dudas será muy útil para nosotros.—Aseguró.
—Lo se, por eso lo traje. Aun no he encontrado una cuna, pero le preguntare a Deanna si aquí tienen alguna de casualidad.—Informó.
—Tranquila, es más que suficiente. Seguro nos podemos arreglar con esto, poco a poco. —Sonrió ampliamente antes de darse la vuelta para revisar las galletas que tenía en el horno.
—¿Lo llevas bien?—Pregunto.
Asintió.—Si, me asusta que algo pueda sucederle o que el parto termine mal, ya lo vivimos con lori y no quisiera que eso suceda otra vez.
—Hey, no tienes que pensar en eso. Ahora tenemos un lugar mejor y seguro todo saldrá bien.—Intento hacerla sentir tranquila.
—Es en lo único que pienso hace varios días. Me asusta.—Confesó mientras sacaba las galletas para ponerlas en otro recipiente.
—No dejaré que nada malo te pase.
—Lo se, Cj.
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El arquero estaba perdido profundamente en sus pensamientos mientras que los caminantes seguían intentando llegar a ellos detrás de los vidrios. El ojiazul soltó una sutil risa sin gracia, algo confuso para el contrario.
—¿Qué?
—Las cosas con Ly se están poniendo cada vez más tensas.—Murmuro sin mirarlo.—Ella sabe que vengo aquí contigo para no sentirme encerrado allá.—Le confesó.—Y es difícil pensar que a pesar de todo me siento más cómodo aquí y ahora, que rodeado de esas casas.—Admitió sintiéndose mal, casi culpable por eso.—Estoy mal, ¿No?
—Lo intentaste. Ella seguro sabe eso y lo valora mucho.
—No tenía opción, debía hacerlo.
—No era tu obligación.
—Claro que si. No puedo solo dejarla sola, debía estar a su lado y entender que alexandria es el lugar ideal para ella, para el bebé, pero no para mí.—Murmuro mirándolo.—No hay opción, ellos son mi prioridad ahora. La pequeña patea traseros también merece este lugar y Carl igual.
—Pronto entenderás que tu lugar no es en Alexandria, es con ella. No pienses en las casas, en todo lo distinto.. piensa que al volver de estas excursiones, ella te está esperando en casa con mucha ilusión de verte con vida.—Aconsejo.—Y dejaras de sentirte encerrado poco a poco, y Ly te ayudará. Te ama, se le nota en los ojos cada vez que te mira.
Asintió.—Yo los alejare. Tú corre hacia la reja.
—¿De qué hablas?
—Yo los distraigo y tú corres hacia aquella reja.—Explicó seriamente mientras sacaba un cigarrillo.
Negó.—No, lo haremos juntos. No seré yo quien le de ese tipo de noticia a Ly.
No supo que decir.
—Correremos juntos hacia la reja, ¿Esta bien? No importa si llegamos o no, lo haremos a la vez.—Insistió.
—Esta bien.
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𝐼𝑁𝐸𝑆𝑃𝐸𝑅𝐴𝐷𝑂 𝐴𝑀𝑂𝑅 -
Fiksi PenggemarUɴ ɴᴜᴇᴠᴏ ᴄᴏᴍɪᴇɴᴢᴏ ʜᴀʙɪᴀ ʟʟᴇɢᴀᴅᴏ. Uɴᴀ ɴᴜᴇᴠᴀ ᴠɪᴅᴀ. Uɴᴀ ᴠɪᴅᴀ ʟʟᴇɴᴀ ᴅᴇ ᴄᴀᴍʙɪᴏs; ᴍɪᴇᴅᴏs ʏ sᴜsᴛᴏs, ᴅᴇ ᴄᴏsᴀs ʜᴏʀʀɪʙʟᴇs.. Pᴇʀᴏ, ᴀʟғɪɴᴀʟ ᴅᴇʟ ᴅíᴀ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ʜᴀʙɪᴀ ᴀʟɢᴏ ʟɪɴᴅᴏ.. Aʟɢᴏ ǫᴜᴇ ᴛᴇ ʜᴀᴄɪᴀ ǫᴜᴇʀᴇʀ sᴇɢᴜɪʀ ᴠɪᴠɪᴇɴᴅᴏ. Éʟ ᴍᴇ ʜᴀᴄɪᴀ ǫᴜᴇʀᴇʀ sᴇɢᴜɪʀ ᴠɪᴠɪᴇɴᴅᴏ. Éʟ ʏ sᴜ...