024 ▪︎ Besarte toda la vida.

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Con pasos lentos me adentre a la celda que compartiría de ahora en adelante con la pelirroja, porque dixon se negaba a meterse en una, por lo que no íbamos a dormir juntos. Me senté en la cama de cemento, si es que se le podía llamar cama. Me solté el cabello, dejando descansar mi cabeza un poco. Fue un día largo y cansador, me dolía mucho la cabeza.

Solté un suspiro sacándome el pañuelo de la cara y acto seguido, me saque mi chaqueta dejándola a un lado. Moría por dormir un rato.

—Permiso..—Murmuro suavemente antes de correr la cortina improvisada que habíamos hecho con Cj usando una sabana.

—Hola.. ¿Como estas?—Le sonreí desde mi lugar y él se acercó, dejando su ballesta aún lado.—¿Encontraron provisiones?—Pregunte.

Él asintió.—Si, y también nos encontramos con unos presos.. que llevaban encerrados ahí desde que esto comenzó.—Me contó parándose adelante mío.—Rick ya lo resolvió de todas formas, lo arreglamos. No tienes que preocuparte.

—Oh.. que bueno.—Le sonreí.

—Si..

Lo mire fijamente. Tenía un color de ojos tan lindo que podría mirarlo durante horas y sería la persona más feliz del mundo, porque era él. Me gustaba mirarlo aunque no estuviera haciendo nada y eso era suficiente para mi.

—¿Qué miras?—Me pregunto seriamente. Le sonreí y me levante repentinamente quedando más cerca de él. Al ser más baja que él, tuvo que bajar su cabeza ligeramente para poder verme mejor.—¿Tengo algo en la cara acaso?—Pregunto a la defensiva.

—Nada..—Susurre sin dejar de mirarlo. Una risa nerviosa escapo de mi boca cuando nuestras narices se rozaron y me sentí tonta, porque él me hacía sentir de esa forma siempre.—Solo me gusta mirarte.

—Oh..

Sin resistirme un segundo más, me puse de puntitas de pie para llegar a unir nuestros labios en un beso. Sus manos se posicionaron en mi cintura y me acerco un poco más a él.

Ninguno quería que eso termine, pero el aire nos comenzó a faltar. Cuando nos separamos, él apoyo su frente contra la mía y me sonrió.

¿Por qué habíamos esperado tanto para esto? Me encantaba. Él me encantaba tanto.

—Te besaría toda la vida.—Confesé.

—Hazlo, Ly.

Una sonrisa adorno mi rostro y sin pensarlo dos veces, apoye mis manos en sus mejillas y deje repetidos besos sobre sus cálidos labios. Hace tantos meses no me sentía así de completa y feliz, todo parecía demasiado bueno.

La cortina se levanto y antes que pudiera alejarme de él pude escuchar la voz de la colorada.

—Oh oh.. lo siento.—Se dio la vuelta dándonos la espalda mientras se ría por los nervios.

—Nos vemos después.—Dijo dixon dejando un beso torpe en mis labios. Lo mire sorprendida y él agarro su ballesta, yéndose de la celda, escapando de la situación.

—Lo siento, Ly.—Me miro.—No quería arruinarte el momento. Lo siento muchísimo.—Se disculpo.

—Tranquila, no te preocupes.—Le sonreí sentándome en la cama nuevamente.

—¿Y como van las cosas?—Pregunto mientras se sacaba su abrigo y lo dejaba aún lado.

Sonreí.—Bien, pero todo es un poco lento con dixon.. no es tan fácil que demuestre afecto.

—Si, tienes que darle tiempo para que se acostumbre a esto.

—Lo se, pero estoy feliz.

—Y yo estoy feliz por ti.

𝐼𝑁𝐸𝑆𝑃𝐸𝑅𝐴𝐷𝑂 𝐴𝑀𝑂𝑅 - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora