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Una gran sonrisa llena de felicidad y emoción adorno el rostro de la rubia mientras observaba como rick y carl, se recontraban con la pequeña judith. Tyreese también se reencontró con su hermana y todo parecía mejorar o almenos estaba mejor porque habían vuelto a estar juntos.
Sintió las manos del arquero abrazarla por la cintura, apoyando de esas forma sus manos ásperas sobre su vientre y en ese momento lo recordó. La rubia puso sus manos sobre las de él, soltando un suspiro porque no le parecía que fuera el momento correcto para darle la noticia.
—Estoy tan feliz de verte.—Murmuro haciéndola sonreír nuevamente. Lo miro de reojo y supo que todo había valido la pena.—Iba a buscarte, pero todo se salió de control demasiado rápido..
—Tranquilo.. —Se giro quedando frente a frente con el arquero.—No tienes que explicarme nada, lo importante es que estamos juntos de nuevo.—Murmuro con una pequeña sonrisa.
—No debí dejarte atrás.—Siguió. Él realmente se sentía culpable por haberla dejado y por lo que sucedió con beth.
—Cuando la situación se complica solo quiero que te vayas y salves tu trasero, grandulon. Yo voy a resolverlo y te encontrare.—Pidió apoyando sus manos sobre las mejillas del arquero, que aunque no le convencía aquello, sólo asintió.
—Esta bien, pero prométeme que harás lo mismo.—La miro seriamente.—No vuelvas por mi si las cosas se ponen difíciles, ¿Bien? Así van a ser las cosas, Ly.
La rubia asintió aunque sabía que no era cierto. Ella siempre iba a volver por él, nunca podría dejarlo atrás, ni aunque le pagaran.
—Claro, amor, así será.—Murmuro dejando un casto beso sobre los labios del contrario. Él asintió con una ligera sonrisa y siguieron a los demás, que comenzaban a alejarse, siguiendo el camino.
El destino aún era incierto.
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La de cabellos rubios se sentó entre las piernas del arquero que se encontraba arecostado en un árbol. Apoyo su espalda en el pecho del contrario y cerró los ojos, siendo envuelta por los fuertes brazos de dixon. Estaban acampando en el bosque para poder pasar la noche y en la mañana seguirían con su camino.
Amaba poder estar así. Sentirlo cerca le generaba paz y seguridad, podía estar tranquila al tenerlo cerca.
—¿Te puedo hacer una pregunta?—Le pregunto sin abrir sus ojos. Había pensado todo el camino en como decirle que estaban esperando un bebé y mientras más pensaba, más miedo sentía de decirle.
—Si, dime.
—¿Qué piensas de tener un bebe en este momento?—Consulto intentando sonar lo más normal que podía aunque el nudo en su garganta era muy grande y casi no la dejaba hablar.
—No tendría un hijo en este momento y sinceramente nose si tendría un hijo con el mundo así.—Murmuro tranquilamente sin saber que esas palabras se clavaron como dagas en el pecho de la rubia.—Ya tenemos a destructora, tenemos que cuidarla a ella. ¿Por qué preguntas?—Pregunto mientras acariciaba el brazo de la contraría.
La rubia no podía hablar porque lágrimas silenciosas bajaban por sus mejillas sin parar y sentía que se ahogaria en cualquier momento con el nudo en su garganta que hacía tanta presión.
Suspiro.
—¿Y si pasara? ¿Qué haríamos?—Le pregunto manteniendo la voz firme o almenos lo intento, pero no abrió los ojos, ni se giro a mirarlo. Estaba tan asustada.
—No quiero que pase, Ly.—Murmuro nuevamente haciéndola trizas sin saberlo.—No podemos tener un bebe ahora, amor. ¿Por qué quieres hablar de esto?—Pregunto confuso.
—Bueno, paso, así que.. no se que vamos a hacer.—Confesó con la voz temblorosa.—Antes de que ocurra lo de la prisión me hice un test con cj y salió positivo, no pude decírtelo antes por todo lo que paso.. pero creo que debías saberlo.—Dijo sin mirarlo.
Ambos quedaron en silencio y ella quiso salir corriendo, pero él no le permitió levantarse del piso aunque de todas formas no dijo nada.
—¿Quieres decir que voy a ser papá?—Le pregunto sin poder creerlo. Pensaba que era una jodida broma.
—Eso creo.
Él suspiro.—Lamento lo que dije hace un momento, no esperaba que esto sucediera o estuviera sucediendo, Ly. No quise decir eso..
—Pero lo dijiste..
—Si, lo dije y mantengo mi pensamiento, amor. No es el mejor momento, pero se que vamos a resolverlo juntos.—Aseguró abrazándola.—Vamos a estar bien, amor. No tengas miedo, estoy aquí y no voy a irme.—Murmuro dejando un beso en su cabello rubio.
—¿Lo prometes? ¿Prometes que todo irá bien?—Murmuro con la voz rota. Solo quería llorar.
—Si, amor, lo prometo. Todo va a mejorar, tranquila.—Aseguró aunque no estuviera seguro de eso.
Él también estaba asustado y no sabía como iban a ser las cosas, pero no iba demostrarle eso a ella. La haría sentir segura y amada, porque ese era su deber en ese momento.
