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Todos se encontraban dentro del establo abandonado que habían usado el día anterior para cubrirse de la gran tormenta que hubo. Las cosas se estaban poniendo cada vez más complicadas para ellos porque estaban muy escasos de recursos. Rogaban por conseguir algo.
La rubia se apoyo contra la pared mientras acariciaba su viente lentamente. Se sentía agotada, tenía dolores, frío y hambre. Ahora entendía porque dixon no quería un niño en estos momentos... solo esperaba que el bebé estuviera bien y aguantara un poco más.
Las puertas del establo se abrieron dejando ver a maggie, un hombre desconocido y a sasha con ellos. Todos se levantaron alarmados, apuntándole con sus armas.
—Lo encontramos afuera, estaba solo. Le quitamos su arma y la mochila que tenía.—Informó maggie mientras que el arquero lo revisaba para estar seguros de que no tenía nada que pusiera al grupo en peligro.
—Me llamo Aaron.—Contó e intento acercarse, pero no pudo hacerlo porque el resto no se lo permitió.
La rubia se acercó en silencio quedando detrás de rick, sin sacar su mano de su ya abultado y pequeño vientre. El desconocido la miro por un breve momento.
—Tiene un campamento no muy lejos de aquí.—Comento sasha.—Dijo que podemos hacer una audición para entrar.
—Bueno.. no es la mejor palabra, pero creo que comprenden lo que quiero decir.—Murmuro suavemente manteniendo sus manos a la vista y su mirada puesta en rick.—Y no es un campamento, es una comunidad. Creo que todos ustedes serían útiles para nosotros, pero no es algo que dependa de mi..
Rick lo miro seriamente intentando descifrar que tipo de persona era ese hombre frente a él. No podían arriesgarse solo porque si, no cuando estaban en desventaja.
—Lo se, yo tampoco iría si fuese ustedes.. Al menos no hasta estar seguro de donde me estaría metiendo.—Murmuro con ciertos nervios. Entendía la desconfianza del grupo.—Sasha, ¿Puedes darle mi mochila a rick?—Pidió mirándola.
No muy convencida se acercó hasta el ojiazul entregándole dicha mochila como el contrario pidió.
Dentro de la mochila había fotos donde se podía ver como era su comunidad y él explicó algunas cosas respecto a las fotos, intentando de esa forma convencerlos de que era real y sincero, que no estaba tramando nada, pero fue en vano, rick solo se acercó a él dándome un fuerte golpe en la cara haciéndolo caer al piso casi inconsciente.
—Dios..—Susurro la rubia al ver al joven en el piso. Se acercó junto a maggie, para ponerle un trapo en la cara para intentar aliviar el dolor de alguna forma mientras que carol y dixon lo ataban de las manos.—¿Son necesarias las ataduras? Parece un buen chico.—Le pregunto mirando al arquero.
—Hay que ser precavidos, Ly. No puedes confiar en esta gente.—Le advirtió viendo la bondad en los ojos azules de la rubia. No le contesto y se concentro en atender al joven.
—Buen golpe, rick.—Murmuro cuando abrió los ojos nuevamente ganándose la atención de todos.
—Levantenlo.—Ordenó. La rubia lo ayudó a sentarse junto con michonne, que tampoco había estado muy de acuerdo con el golpe dado. Casi todas las chicas lo sentían sincero, real.—¿Cuantos son ahí afuera?—Pregunto seriamente. Había puesto a todos a vigilar.
—¿Eso importa?
—Claro que importa, ¿Cuantos son? Llevas una arma de bengalas para avisarle a los demás.—Le mostró el arma que había en la mochila.
Aaron, Confesó que había sido él quien dejó las botellas de agua en la carretera y que los estaba siguieron hace bastante tiempo para ver que tipo de gente era ellos. Él también dijo que habían venido en autos junto a otra persona, ambos en autos diferentes.
—Iré a ver los autos.
Michonne y Ly, hablaron al unísono. Se miraron antes de volver a poner su mirada en rick.
—No. No hay autos.—Contesto seriamente el sheriff.
—Hay un solo modo de averiguarlo.
Dijo michonne.
—No necesitamos averiguarlo.
—Pero yo si.—Lo miro.—Tú sabes lo que sabes, pero yo no.
—Yo tampoco.—Intervino la rubia.
—Y yo tampoco.—Dijo maggie, apoyándolas. Rick las miro.
—Tú elección es peligrosa.—Volvió a poner su mirada en la morena.—La mía no.
—Rechazar un lugar donde vivir, donde judith puede vivir y donde Ly podrá llevar su embarazo de una manera más segura, eso es peligroso.—Le aseguro seriamente.—Tenemos que averiguar de que se trata, podemos cuidarnos y eso haremos.
—Entonces yo también voy.—Se sumo glenn.
—Y yo también, todo sea por que Ly pueda estar mejor y los niños tengan un lugar más seguro.—Se sumo la colorada.
Rick, terminó aceptando.
—Ly quédate conmigo.—Pidió el ojiazul apoyando su mano en el hombro de la más bajita.—No es necesario que vayas con ellos. No tienes que hacer esfuerzos por demás.—Murmuro suavemente, intentando cuidarla.
Suspiro.—Si, esta bien..
—Gracias, Ly. Intenta descansar un poco, sino vuelven en sesenta minutos, iremos a buscarlos.
