Encerrada

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POV JENNIE

Han pasado 20 días para ser exactas, en este lapso de tiempo Rose no a parado de indagar y de trabajar con Momo. En ese tiempo también no hay día que esté en mi casa, debido a que hemos estado día y noche en la
Fiscalía.

Mi madre no para de llamarme, y mi padre nuevamente despareció.

-¿En qué piensas Jen?- me dice Jisoo sentándose a mi lado.

-En todo y en nada Jichu, simplemente estoy cansada- le digo tirándome en la silla de la comisaria.

-Casandra otra ves?-

La miro atentamente, se que necesito hablar con ella, es mi mejor amiga, y en estos momentos no hay nadie más que me comprenda que no sea ella.

-Sigue insistiendo en casarme, y que perdone a mi padre-

-Nunca me cayó bien tu mamá- me dice desinteresadamente.

-Lo se, ni tu a ella, la vida es así-

Nos miramos y nos soltamos riendo, creo que para ser honesta, a mi mamá jamás le cayó bien Jisoo, y a Jisoo mi mamá, se que se aman por dentro, muy en el fondo, casi casi una pequeña hebra del pelo de cada una se quiere.

-Entonces, es por eso que no has comido en estos días?-

Me apunta con su dedo la hamburguesa que apenas toque en toda la mañana.

-En parte, pero Lisa sigue en mi mente, día y noche- me acaricio la sien pensando aún en ella.

-Podremos sacarla de allí, solo ten fe si?-

Me dice colocando una de sus manos sobre mi hombro. Por lo regular nunca dejamos mostrar nuestras emociones, Jisoo y yo somos muy cerradas en ese sentido, pero en estos momentos a la mierda todo.

Mis lágrimas comienzan a salir, de verdad necesito desaserme de todo, de todos los problemas.

-Tranquila Jen- Jisoo comienza a darme pequeñas palmaditas en la espalda.

Todo esto es una mierda.





POV LISA

Mi cabeza duele, mi cuerpo arde, y mis lágrimas siguen, en pequeñas gotas, resbalando por mis mejillas.

-¿Ya despertaste princesa?- me dice mi padre apenas abro mis ojos.

Miro la habitación, es pequeña, sucia, y encerrada.

Intento moverme pero es en vano, estoy encadenada al suelo, solo tengo cerca un vaso de agua y un pequeño sandwich.

Mis muñecas y tobillos sangran, estas cadenas están oxidadas.

-Deja..déjame ir- le digo en un susurro.

-Veo que ya despertaste-

El toma una jeringa y un pequeño frasco, le vierte el líquido a la jeringa y se acerca a mi.

Yo no digo nada, no tengo fuerzas de nada, trato de moverme pero mi cuerpo se queja.

Se acerca lentamente, e introduce el líquido por mi vena posterior, poco a poco comienzo a dormirme, de nuevo.






POV JENNIE

-¿Entonces?- pregunto por primera ves en la sala.

-Aun no podemos, es muy arriesgado, además necesitamos refuerzo, y suficientes pruebas para poder incriminarlo- dice el jefe de la fiscalía y padre de Momo.

-Pero, ya pasaron más de 3 semanas y aún no han podido nisiquiera determinar si Lisa aún sigue aqui- azotó de golpe mi mano.

Los presentes se exhaltan, y mi paciencia se acaba.

-Señorita Kim, no es necesario su comportamiento, estamos haciendo todo lo que podemos- me replica Matius.

-Nisiquiera han ido a la empresas Manobal's para observar el entorno y determinar el comportamiento tanto del señor manobal como de sus empleados-

Maldicion, acaso soy yo la policía? Es básico por Dios.

-Señorita Kim, se lo repito, estamos haciendo todo...-

-¡Maldición! Que están haciendo todo?!- me levanto alzando lo voz lo más que puedo.

-Jen, cálmate- me intenta callar Rose.

-No Rose, es que no es posible que no tengan ningún indicio- le digo tomando mis cosas dispuesta a irme.

No iba seguir escuchando idioteces, siempre es lo mismo, desde hace tiempo que me están diciendo esas malditas palabras "Hacemos lo que podemos", reunion que me citan, reunión que me dicen lo mismo.

-Señorita Kim- me llama Matius.

-No, ahora no, cuando tengan clara un respuesta, con gusto la escucharé-

Y sin más salgo de la oficina, me enrabia que siempre es lo mismo.

Lisa debe estar asustada, perdida, podría ser que ¿Muerta?

Sacudo mi cabeza haciendo de lado lo último que pensé, no podría, de verdad, es algo que nunca imaginé.

Me subo a mi auto, y conduzco a casa de Jisoo, necesito un buen trago después de toda la mierda que escuche.

En el camino pensaba seriamente en que podría hacer, que solución. Lo único que obtenía era más y más preguntas.

Venía pensando y pensando, hasta que note que una camioneta venía desde ya hace rato siguiendome.

Necesito hablarle a Jisoo, mínimo si me muero, que escuche mi voz por última vez.

-¿Jisoo?-

-¿Que pasa Kim? Estaba en medio de algo importante- me dice despreocupada.

-Jisoo, creo que alguien me viene siguiendo- le digo acelerando.

No escucho respuesta del otro lado, hasta después de unos segundos, que logra reaccionar.

-Jisoo, responde-

-Tranquila, por dónde vienes?- me dice en tono perturbado.

-Vengo cerca de tu casa, una cuadra antes de llegar-

Miro de reojo el retrovisor, y efectivamente, siguen allí.

-Tengo miedo-

-Jen, llega, tendré las puertas abiertas- y con eso me cuelga.

Aceleró lo más que puedo, y como dijo, el portón está de par en par.

En cuanto ingreso el carro, Jisoo sale junto con otros 10 hombres uniformados, equipados y armados.

-Sal del auto Jen, y métete a la casa- me demanda Jisoo.

Hago lo que me pide, en estos momentos no puedo decir una palabra, siento miedo, demasiado diría yo, mis piernas tiemblan y mi corazón no deja de palpitar.

En cuanto entro, lo primero que hago es sentarme.

-¿Conoces a los tipos que te venían siguiendo?-

La pregunta de ella me retumba dentro de mi mente, no, no los conozco.

-No-

Es lo único que logró decir, las únicas letras que salen de mi boca.

-Entonces, necesitamos investigar eso, le avisaré a Rose-

Y con eso sale de la sala. Nunca había visto a Jisoo tan seria en algo, por lo general se toma todo a broma, o lo que es peor, no le interesa en lo absoluto.

Miro de reojo mi celular, con la esperanza de que me llegue un mensaje donde en la pantalla aparezca el nombre de Lily, realmente deseo eso.

-¿Muchas emociones por hoy no? Toma esto- Jisoo llega a mi lado y me entrega una pastilla.

-Gracias-

-No es nada Jen, sabes que eres lo más importante que tengo junto con Rose-

No decimos nada, solo intercambiamos sonrisas, que muy en el fondo, son lágrimas.

Mi propia historia de Amor (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora