【Capitulo 189】Un objetivo..distintos caminos

3 1 0
                                    

Diyagore sabía muy bien lo que aquel salvaje y sus hermanos querían planear, era por eso que no podía confiar en ellos del todo..¿Y como hacerlo?.

Aunque no los conocía a la perfección, ya sabía lo suficiente como para evitarse caer en aquella trampa en la que querían enredarla.

Quizás a Shanoóth y a los demás si que fue sencillo lavarles el cerebro con la idea de una revuelta "perfecta" para escapar..pero ella no era tonta.

Lo único que la anclaba a los demás salvajes, era el hecho se que su pequeña hermana se encontraba con ellos.

Diyagore apresuró sus pasos hasta vislumbrar a lo lejos la desprotegida entrada de los calabozos, la mayoría de los soldados Imperiales debieron ser llamados para intentar frenar el caos que se estaba formando en la plaza este..aunque eso seguía siendo raro.

La salvaje de sangre elegida se internó con cautela, con la intriga y la sospecha calando en su pecho.

No había rastro de ningún guerrero de la fortaleza,  sólo el ligero murmullo de la gente aprisionada en aquel lugar...quizás...los imperiales eran tan estúpidos como para dejar desprotegida una posición importante para los mismos salvajes que los estaban atacando.

-¡JA!-.
No pudo evitar esbozar una sonrisa..diyagore camino con los ojos desesperados de su gente clavados en ella.

Muchos palidecieron en cuanto la vieron entrar con su paso amazónico y los puños apretados, otros, temían incluso por sus propias vidas...

No porque hubiesen hecho algo contra ella,  si no porque que Diyagore hubiese escapado de la torre sin la compañía de nadie más,..eso era un mal presagio.

-Diyagore..haci que al fin has venido por tu hermana-.
Un anciano se acercó al borde de su celda,  entre sus manos cargaba una pequeña cesta de harapos viejos, y su sonrisa tranquila demostraba que ya la conocía.

-Eldekhoi..¿como esta mi hermana?-.

El anciano bajo la cabeza..no quería que la guerrera viera su expresión afligida y triste.

-Quizás no lo sepas..pero hace unos días que esos malditos se llevaron a Shanoóth y a su hijo..la pérdida de su amigo causó una grave recaída en la salud de tu pequeña hermana..hemos hecho todo lo posible para su recuperación,  pero me temo que solo le queda poco tiempo-.

-¡!-.
Diyagore se acercó bruscamente a la celda, tanto, que por poco y la destruye al tomar fuertemente los barrotes.

-Pasa..puedes verla si quieres..pero si tratas de llevártela, quizás te sea imposible tener un buen ritmo con esos malditos siguiéndolas-.

Diyagore doblo los barrotes hacia afuera,  con tanta rapidez como aflicción en su corazón,  y se interno al fondo de la celda donde una mujer cuyo cuello estaba repleto de tatuajes de escamas de dragón rosadas, estaba acariciando el rostro de una pequeña niña demacrada...

Esos risos doradas..opacados por la oscuridad y la mugre..las lágrimas y la enfermedad,  apenas y la dejaban ver la dulce carita de Darya.

Sendero primigenio #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora