【 Capitulo 211 】La presa marcada

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-¡¡Llamarada arcana!!-.
Retumbó el santuario mientras flamas color verde envolvían a un enjambre de aberrantes craturullas chillonas.

Onszvich se las había arreglado para escapar al llamado de Shaelonhg, y casi murió quitándose el collar de contención en su cuello, pero valió la pena.

Ahora, compartia refugio con los tres jóvenes alumnos de Bator que fueron enviados a reposar, otros cuantos soldados que escoltaban a un puñado de civiles, y al hombre torturado y que ahora era más un despojo.

Sorprendentemente, Kataye había sido quien lo ayudo a liberarse de la opresora mano de su amo, y ahora,
Podía sentir que estaba cerca de lograr su cometido.

El hombre de origen Luzhiano había preparado varias trampas cerca del santuario para que los que se ocultaran en su interior permanecieran seguros de las hordas de Cryngers Infernatus hambrientos y castañeantes.

Hacia rato que ayudaba a Octavio para que despertara con la esperanza de que repusiera gran parte de su energía protectora.

Morgan preparaba la medicina hecha con varias hierbas especiales y el extracto de orquídea celestial, y Kaston se mantenía alerta mirando la entrada al subterráneo del santuario.

-¿Cuantas trampas más quedan?-.
Pregunto con el semblante serio.

-Me temo que esa fue la última, guarde la más potente para la entrada del santuario, esas cosas deben estar oliendo a su presa marcada-.
Respondió el trajeado Onszvich meneando du cabeza cubierta con la extraña máscara de la peste.

-¿Presa marcada?-.
Logro gesticular Kataye desde un costado de la habitación, no muchos se le acercaban por el estado lamentable en el que se encontraba, pero varios soldados ignoraban esto para limpiar el sudor que escurría por su frente y la sangre de sus muñones.

Aunque fuese un "impio" humano de otra nación, seguía siendo un hombre,
Y en ese tipo de situaciones,
Los soldados respetaban mucho que se aferrara a la vida aún siendo solo una cabeza y torax mal cercenado.

Ignoraban quien fue el responsable de tal atrocidad, pero eso no les era impedimento para mostrar compasión por el.

Onszvich medito en silencio un rato, camino hacia la chica aprendiz, y le pidió la mezcla que había molido, tomó un poco y la puso en el pecho, frente y boca de Octavio, y el muchacho gimió al sentir un ardor en el.

Su boca sabía a rayos, y Onszvich sonrió satisfecho, la medicina seguro lo haría recuperar pronto casi toda su energía, su cuerpo se veía desgastado por alguna intensa pelea, pero al menos podía ayudarlos en caso de que más demonios entraran ahí.

Se giro con un temblor erratico, y le dio el mismo ungüento a Kaston y a Morgan, les ordenó que solo lo tragaran, y que se mantuvieran tranquilos.

Sendero primigenio #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora