【 Capitulo 240 】Sonrisa exhausta

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El repiqueteo de los cascos de un caballo resonaron por el bosque Sain.

Todo era inquietatantemente silencioso para este mensajero imperial,
El hombre vestía una armadura ligera y una capa con la bandera de su orden.

"Los heraldos del destino"

Gracioso..pensaba el,
Pues a pesar del nombre de su facción dentro de la nación, nadie podría haber adivinado que es lo que estaba sucediendo con aquella fortaleza.

Tres nobles de alto rango militar, científico y político fueron nombrados como líderes del proyecto de expansión hacia el sur.

Y ninguno de ellos había enviado informes desde hacía varios meses.

Algo tan sospechoso como inaceptable, pero dadas las órdenes del Réquiem de la orden Elitezard y de otras ramas del imperio incluida la sagrada rama de los Eli,...nadie podía interferir hasta pasado un tiempo.

-Lo que sea que haya hecho que Shaelonhg se atrasara en su informe, debió ser muy grave-.
Dijo para si mismo el mensajero mientras su caballo esquivaba las pilas de huesos de bestias y pobres viajeros.

El hombre miraba ansioso de un lado a otro...solo había silencio y muerte.

Hasta que a lo lejos logró divisar las murallas de la fortaleza.

¡Tojkh!

Fue derribado al suelo y su caballo fue capturado por figuras borrosas.

Trato de ponerse de pie, pero un nuevo golpe lo obligó a caer al suelo,
Para cuando pudo parpadear y distinguir lo que estaba pasando.

Un hombre de aspecto salvaje le propinó un fuerte puñetazo en el estómago y lo hizo vomitar.

-Parece que tenemos a un cobarde aquí, ¿tratabas de escapar de tu hogar?-.
Le reprocho el guerrero salvaje.

-No creo que haya estado tratando de escapar, más bien, venía hacia aca-.
Dijo otro, pero ambos, miraban al imperial con un gran asco.

El mensajero dio arcadas antes de apretar sus puños.

~..¿Que carajos?...~.
Fue su último pensamiento antes de ser noqueado.

Los salvajes sonrieron, pero fueron regañados por la curandera.

Quien los hizo recordar el porqué deberían estar preocupados.

Diyagore y el líder no habían regresado, y lo peor de todo...

Aquella maldita energía llegaba hasta ellos, causando que los pequeños temblaran de terror y ellos sintieran una incomoda sensación al respirar.

Sendero primigenio #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora