𝗦𝗛𝗘 | ᴇɴᴢᴏ ᴠᴏɢʀɪɴᴄɪᴄ [𝐏𝐀𝐔𝐒𝐀𝐃𝐀]

𝟎𝟐

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—La concha de mi hermana —digo por lo bajo mientras apago el despertador, el cual indicaba que eran las 07:30 de la mañana.

¡Eh, ¿cómo que son las siete y media?!

—¡LA CONCHA DE MI HERMANA! —Grito al darme cuenta de que puse mal el despertador.—No, no, no.

Anoche, mi cabeza parecía un bolonqui de pensamientos sin sentido, mirando el techo buscando respuestas en el cosmos.

Todo en lo que pienso mientras me visto y maquillo es en lo irresponsable que me hace ver llegar tarde el primer día.

Aunque las impuntuales somos las más lindas, dicen.

Salto hasta la cocina y devoro algo cómo si estuviera peleando en una competencia de comida. No me pregunten qué comí, yo solo sé que me lo trago más rápido que las respuestas a mis preguntas existenciales.

Ahora, la odisea hacia el garage. El auto me espera como mi noble carrusel, y mi ciudad hermosa de Buenos Aires es mi escenario. La radio es mi banda sonora, pero mi cabecita es un quilombo de emociones y dudas.

La travesía no es un paseo por el parque, claro que no. Semáforos que se toman vacaciones, autos despistados, parece que todo conspira para retrasarme. Pero acá sigo, manteniendo mi compostura cómo una heroína en su propia historia.

A quién mierda trato de engañar tratando de hacerme la buena onda, si lo único que quiero hacer ahora es pegarme un chumbo.

Anoche realmente creo que estuve despierta hasta las cuatro de la mañana, realmente no podía dormir.

La almohada y yo tuvimos un desencuentro de la puta madre. Ni hablar de dormir, mi mente parecía un concierto de pensamientos estruendosos. Y lo que me mantenía despierta, el gran dilema que me atormenta: ¿realmente quiero esto? Actuar, la pasión que declaré como mi vida, mi destino. ¿Por qué, entonces, este nudo en el estómago?