𝗦𝗛𝗘 | ᴇɴᴢᴏ ᴠᴏɢʀɪɴᴄɪᴄ [𝐏𝐀𝐔𝐒𝐀𝐃𝐀]

𝟐𝟕

𝐵𝑎𝑐𝑘 𝑤𝑖𝑡ℎ 𝐹𝑙𝑜𝑟'𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑝𝑒𝑐𝑡𝑖𝑣𝑒

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La mañana siguiente fue como despertar en un remanso de luz y confusión. Las cortinas dejaban filtrar una luminosidad que se mezclaba con la euforia y los recuerdos de la noche anterior con Enzo. Las sábanas revueltas contaban la historia de una velada intensa, marcada por susurros y caricias que aún resonaban en mi piel. Mi habitación parecía impregnada de esa conexión especial que habíamos compartido.

Con paso decidido, me levanté de la cama, llevando conmigo una mezcla de nerviosismo y seguridad. Vestí una musculosa negra que se adhería a mi cuerpo y un pantalón de dormir, optando por despojarme de cualquier rastro de maquillaje, dejando mi rostro al descubierto. La coleta desordenada daba el toque final a mi aspecto desenfadado, aunque en mi interior, sabía que algo había cambiado irrevocablemente.

Descendí las escaleras con un nudo en el estómago, esperando encontrar a Enzo en la cocina. Sin embargo, la realidad me ofreció un giro inesperado. Uma y Ada ocupaban la isla, sus miradas entrelazadas y luego dirigidas a mí. La confusión se reflejó en mi rostro, intensificada por la presencia de una nota de Enzo sobre la mesa que rezaba: "Salí a hacer un par de cosas, en un rato vuelvo. besos".

El simple "besos" hizo que mi piel se ruborizara, pero la perplejidad ante la situación creció. ¿Dónde demonios se había ido Enzo? La idea de que me estuviera evitando se desvaneció al recordar que, de ser así, probablemente no habría dejado ningún aviso.

Abrí la heladera, extrayendo un bol de frutas y una botella de agua. El hambre era tangible, al igual que el cansancio que persistía en mi cuerpo.

Con una sonrisa irónica, reflexioné sobre la peculiaridad de mi caminar. Parecía un pingüino, pero cada paso recordaba la intensidad de la noche anterior. Me sumergí en la incertidumbre, preguntándome hacia dónde me llevaría esta nueva etapa llena de emociones encontradas.