𝗦𝗛𝗘 | ᴇɴᴢᴏ ᴠᴏɢʀɪɴᴄɪᴄ [𝐏𝐀𝐔𝐒𝐀𝐃𝐀]

𝟑𝟐

𝐵𝑎𝑐𝑘 𝑤𝑖𝑡ℎ 𝐹𝑙𝑜𝑟'𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑝𝑒𝑐𝑡𝑖𝑣𝑒

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Dejé de mirar a Enzo en cuanto resonó el timbre, y con una sensación dudosa, me dirigí hacia la puerta. Al abrirla, me encontré con la presencia de Matías, quien me recibió con una sonrisa y una ceja enarcada al notar mi momentánea estaticidad al verlo. Sus brazos envolvieron suavemente mi cintura, esperando que yo correspondiera pasando mis brazos alrededor de su cuello para un abrazo.

Extrañamente, ese abrazo llevaba consigo una sensación peculiar, algo especial, y ese algo especial era Enzo. Antes de separarnos, sentí cómo Matías susurraba algo en mi oído.

—Creo que alguien no te saca los ojos de encima.— Murmuró Matías, y rápidamente giré mi cabeza para comprobarlo.

En efecto, allí estaba Enzo, espiando por el umbral de manera disimulada, aunque al notar que lo descubrí, volvió rápidamente su atención a su computadora, como si estuviera escribiendo algo importante.

Aquella reacción dejó una nota de confusión en mi mente. ¿Importaba realmente que Matías estuviera aquí? Era un giro inesperado en la situación, algo raro que no lograba comprender del todo, pero decidí no darle demasiada importancia en ese momento.

Tomé la mano de Matías y le sugerí, con una sonrisa en mis labios: —Vení, vamos arriba.— Noté cómo Matías esbozó una sonrisa ante mi comentario, y aunque sus ojos reflejaban cierta sorpresa, me siguió rápidamente.

Algo dentro de mí se sentía juguetón, disfrutando de la situación, pero también reconocía que estaba siendo un poco mala. ¿Por qué se sentía tan bien? Las preguntas danzaban en mi mente mientras nos alejábamos, ignorando momentáneamente la escena peculiar con Enzo.

A pesar de que la conexión con Matías se sentía especial, no podía evitar cierta precaución.

Sentía en el ambiente una corriente de desafío entre Enzo y Matías, lo que capturaba mi atención de una manera intrigante.