𝗦𝗛𝗘 | ᴇɴᴢᴏ ᴠᴏɢʀɪɴᴄɪᴄ [𝐏𝐀𝐔𝐒𝐀𝐃𝐀]

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—¿Qué?— Pregunta de forma desentendida para después retirar su mano de mí cara.

Un extraño estremecimiento se apoderó de mí cuando su mano se apartó con brusquedad de mi rostro, alejando mi mano sobre la suya de manera inesperada.

El ambiente, antes cargado de una energía palpable, se tornó oscuro, silencioso y misterioso, como si el mismo aire guardara secretos que aún no se habían revelado. Me encontraba sumida en una especie de confusión, y sinceramente, explicar con claridad lo que experimentaba resultaba un desafío.

La sensación de haber cometido un error se apoderaba de mí, como si hubiera cruzado una línea invisible hacia un territorio desconocido.

La pregunta que formulé resonaba en mi mente, y la incertidumbre de la respuesta me generaba una incomodidad latente. A pesar de esa sensación, algo en mi interior, una curiosidad incontrolable, me impulsaba a seguir explorando. Quería entender a Enzo, desentrañar las capas que ocultan su verdadera esencia, porque hay algo en él que despierta mi interés y atracción.

Aunque la sombra de la inquietud se cierne sobre el momento, persiste un deseo irracional de profundizar en la conexión entre nosotros. Quiero descubrir quién es Enzo en su totalidad, más allá de las apariencias y de la incertidumbre que nos rodea.

—¿Quién es la chica de la foto?— Vuelvo a preguntar lentamente.

El rostro de Enzo experimenta una transformación drástica, mostrando una mezcla de incredulidad, una pizca de sorpresa y una notable dosis de molestia. No logro discernir la razón detrás de este cambio abrupto. Tal vez una pregunta incómoda que quizás no debí formular, una cuestión que, al parecer, no debería importarme.

En medio de esta incertidumbre, me asalta el deseo repentino de retroceder en el tiempo. Si este camino se perfila hacia un desenlace adverso, desearía poder revertir el reloj y evitar haber llegado a este punto. La posibilidad de que las cosas tomen un giro equivocado me insta a anhelar una especie de retroceso en el tiempo, donde las preguntas incómodas y las respuestas inesperadas no hayan alterado el equilibrio de nuestro encuentro.