Reputación

39 8 2
                                    

El sistema "educativo" del reino de la muerte era más completo y rápido de lo que cualquiera hubiera podido pensar. A los tres meses de haber llegado cambiaron de cursos, de materias, la teoría empezó a verse menos para darle paso a las materias prácticas, claro, sin dejar de lado las ya llamadas "materias de relleno" como la "Ética".

Ya habían pasado 10 meses desde el inicio de su formación y de esos jóvenes aterrados por la sola de idea de matar ya solo estaban quedando los recuerdos. A esas alturas del curso, ya habían aprendido que en el proceso de recolección de un alma iban a tener situaciones en las cuáles debían aprender a defenderse, tanto del récord rebelde como de aquellos que iban a intentar robar el alma.

-- ¡53489!

El grito del instructor no lo detiene en lo más mínimo, la pelea de 53489, mejor conocido como Grell Sutcliff con el chico escocés, Eric Slingby había acaparado por completo la mirada de sus demás compañeros, tanto que incluso ellos dejaron de pelear para prestar atención a tan emocionante encuentro.

Por un lado se encontraba Slingby, bueno con los puños posiblemente por su vena escocesa y por otro lado estaba Grell, quién era una amalgama perfecta entre fuerza y velocidad, sin dejar de lado su increíble habilidad para aprovecharse de las fuerza del contrario.

Llevaban ya unos 15 minutos intercambiando golpes, los dos ya con algunos rasguños y heridas que se regeneraban después de unos breves segundos. Era algo de verdad incontenible, esa pelea jamás iba a terminar a no ser que uno terminara muerto por el otro.

-- ¡Rojo ya basta! -- Gritó Eric quién estaba empezando a resentir el efecto del cansancio, pero que a pesar de eso logró patear al pelirrojo al filo del colchón dónde estaban parados -- Por el amor de Dios, ¡Relájate!

-- No... ¡Yo creo que no!

Y con una risa maniática, el estudiante de cabello carmesí se lanzó una vez más contra el pelinegro pero este ya no hizo nada para defenderse, estaba cansado, hambriento y además de tanto golpe ya no veía del todo bien. Fue esa falta de acción la que le dio a Grell el permiso de intentar asfixiarlo, pasando su brazo por el cuello y apretándolo de a poco.

-- ¡53489! ¡Detengase ahora mismo o será suspendido!

Grell finalmente escucha esas palabras y poco a poco suelta a Eric de su agarre, cayendo los dos rendidos al suelo. Mientras unos aplauden el show, otros murmuran entre sí asombrados, espantados, incluso algunos se sienten indignados al saber que estuvieron a punto de ver como casi asfixian a un compañero.

-- Eso fue... Intenso -- Murmuró Grell todavía recostado sobre el colchón. Eric a como puede se reincorpora y le da un golpe en el estómago -- ¡Oye!

-- Eso fue por atacarme -- Le responde con cierta molestia mientras se arregla un poco su ropa deportiva -- ¿Cuál es tu problema? ¡Casi me matas hace rato!

-- Allá afuera también intentaran matarnos de todas maneras...

-- ¡Grell Sutcliff! ¡Necesito hablar seriamente con usted!

Mientras Grell es tomado por la muñeca por el supervisor, a lo lejos empiezan a escucharse voces que gritan el nombre del pelirrojo con emoción, con alegría, como si lo que hubiera hecho fuera algo realmente bueno y esa, esa era la razón de la sonrisa cínica que el estudiante mantuvo durante todo el camino a la rectoría de la academia.

El camino ya se lo sabe de memoria, al igual que el sermón que le dicen "ese tipo de comportamientos no son propios de una parca", "la violencia solo debe usar en las ocasiones necesarias" y muchas otras cosas que apenas entran por su oído derecho salen por el izquierdo. Y es que durante estos meses el pelirrojo ya se había encargado de formarse una imagen ante los alumnos y ante los profesores, siendo temido por ambos debido a su salvajismo.

Caminos encontrados ~Undergrelliam fanfic~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora