Corazón

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Era año nuevo, una fecha que como parca le era insignificante y sin embargo se había dignado a ir a la fiesta de la sede para la tan esperada "Noche vieja". Se supone que solo iba a hacer acto de presencia, quedarse una media hora y después irse, sin embargo, estaba despertando en un nuevo año con su pequeño "error" acostado a su lado.

Ella se aferraba fuertemente a su brazo mientras su cabello carmesí le cubría el rostro, tanto así que él tuvo que mover un par de mechones para asegurarse de que ella siguiera respirando. Su rostro sin maquillaje denotaba unas pequeñas pecas, mismas que se le hacían adorables pero jamás se lo decía, jamás se quedaba para verla despertar.

"Es lo mejor" dice en su mente mientras se coloca la camisa y recoge sus pantalones del suelo, es primero de enero pero la muerte jamás descansa ni tiene días feriados. Después de asearse va a la terraza, lugar donde tiene la caja de sus palomas y discretamente oculta una maceta de rosas, arranca una de ahí, la más roja que pueda ofrecer y va de nuevo a la habitación a dejarla a lado de la pelirroja.

Por unos momentos quiere despertarla, sus labios rozan la frente de la parca carmesí pero jamás la besa. Solo deja la rosa y se va, era lo mejor tanto para ella como él.

No hay promesas ni demandas... No hay nada que los lastime.

****
-- Buen trabajo agente Humphries, me sorprende lo rápido que ha logrado llenar los informes -- Dice él antes de cerrar la carpeta sin nada de delicadeza y dedicarle al castaño una mirada de reproche -- Sin embargo, no he podido pasar por alto la documentación extra que no le corresponde.

-- Sí, Eric san me encargo que se los dejará.

-- ¿Acaso el agente Slingby es incapaz de venir aquí a presentar su papeleo como debe? -- Alan se queda callado y eso a William le saca un suspiro de decepción -- Escuche Humphries, usted no debería siquiera estar aquí y mucho menos ser la secretaria del agente Slingby. Que no se vuelva a repetir.

-- Pero Spears san...

-- Puede retirarse agente Humphries, su turno ha terminado -- Alan quiere seguir alegando, sin embargo, al ver que su jefe ha vuelto a enfocar su fría mirada en los documentos se detiene -- ¿No me expresé con claridad? Le dije que se retire.

-- Sí, disculpe las molestias -- El joven hace una reverencia y se encamina a la puerta -- Spears san, ¿Puedo tomarme los dos días que vienen? Digo, ya que mañana es mi día de descanso...

--... No veo porque no, se supone usted esta de permiso esta semana y a pesar de eso no se ha tomado ni un solo día -- Le contesta sin mirarlo, si lo hubiera hecho habría visto como Alan sonreía ante su respuesta.

-- ¡Gracias! En ese caso, le deseo un feliz año nuevo Spears san.

El castaño se va antes que William le responda, igual no pensaba hacerlo, nunca le habían gustado las fiestas decembrinas y menos ahora pues él no tenía nada que agradecer del año que acababa de pasar. Siente una jaqueca aproximarse solo con hacer un recuento de los hechos así que a como puede trata de relajarse, respira hondo, talla un poco sus sienes y después mira el reloj, es temprano y ya que Humphries le ha entregado el trabajo de Slingby cree que es el momento perfecto para regresar a su departamento.

-- ¡Spears! -- La voz de Slingby al encontrarlo en la tarde hace que ruede los ojos con cansancio -- Lamento la demora, tuve un par de problemas y...

-- Guarde sus excusas Slingby, el agente Humphries ya entrego su papeleo por usted -- Le responde de manera cortante mientras le dedica una mirada de desdén -- Y por cierto, le recuerdo que Humphries no es su secretaria ni su mensajero, además de que su estado de salud como usted sabrá es delicado. Así que más le vale no volver a cometer una falta de este tamaño.

Caminos encontrados ~Undergrelliam fanfic~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora