Heridas

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Y la mañana llegó como siempre lo hacía, sin embargo, la atmósfera en Londres se sentía más pesada de lo inusual. La noticia del incendio en la casa Phantomhive estaba en boca de todos, no había nadie que no hablara de eso y tampoco había periódico que no tuviera la imagen de la arruinada mansión en alguna de sus paginas, una tragedia que no se había visto desde hace muchos años.

Grell se despertó a las diez de la mañana y Undertaker lo hizo justo a mediodía. Ninguno de los dos se dijo nada, la pelirroja tenía demasiadas cosas que decirle pero él se seguía viendo ausente, tanto así que a pesar de estar despierto se negó a salir de su "cama" y se quedó quieto, observando el techo con los ojos a medio abrir como si fuera a quedarse dormido otra vez.

-- Te preparé algo de té -- Fue lo que dijo Grell colocando en un borde del ataúd una taza de la cuál salía un poco de humo. Él no contestó nada, provocando que ella suspirar ligeramente -- ¿Cómo siguen tus quemaduras? ¿Te duelen?

--... No -- Finalmente susurró el peliplata que se incorporó un poco para tomar la taza de té -- ¿A ti te duele?

-- Fueron incómodas, pero ya sanaron. Estoy bien -- Contestó ella mientras se sentaba en la misma silla donde pasó la noche, ella también tenía una taza de té en las manos.

-- ¿Por qué sigues aquí?

-- ¿Oh? ¿Me debí haber ido? Hace tiempo tu me dijiste que no te molestaría que tomara el té contigo.

Él ya no dijo nada, solo se limitó a tomar el té en silencio para después hacer una ligera mueca de disgusto, aparentemente Grell no le había puesto los 15 terrones de azúcar a los que él estaba acostumbrado. Sin embargo, en parte la amargura del té le estaba haciendo bien a la jaqueca con la que se había despertado, producto del exceso de sueño que había sufrido.

-- ¡...!

-- ¡Taker!

En un rápido movimiento, Grell logra tomar la mano del peliplata para que este evite caerse en un fallido intento de caminar. El mayor mira para abajo: Un pedazo de su túnica cortada deja ver que una de sus cicatrices se había abierto ligeramente al momento de ponerse en pie.

-- Necesito el botiquín.

Grell entonces dejó que volviera a recostarse para ella poder ir por el botiquín de emergencia al baño. Era una situación tan extraña ver a su burlón amigo tan callado, tanto que incluso se ofreció a ayudarlo con el tratamiento de su cicatriz pero este se negó y empezó a atenderse a sí mismo.

Esas cicatrices parecían ser demasiado antiguas y aún así, él pareció sufrir mientras limpiaba la zona que lentamente se empezó a regenerar.

-- ¿Quién te hizo eso? -- Se le escapó de repente. Undertaker solo la miró de reojo y después volvió a concentrarse en su herida -- Tiene algo que ver con tu tiempo en...

-- Grelle -- Finalmente la interrumpió -- Te dije que nada de preguntas sobre el tema. Yo no te he preguntado nada acerca de tus marcas en las muñecas.

-- Yo... -- Grell bufó ligeramente, la situación se estaba volviendo incómoda pero ver el ligero temblor en la mano de Taker la alarmaba bastante -- Se ven muy mal, déjame ayudarte.

Undertaker iba a protestar sobre eso, sin embargo, una intensa punzada proveniente de otra cicatriz que estaba empezando a abrirse lo hizo reconsiderar su respuesta. A regañadientes, se dejó curar por la pelirroja mientras maldecía internamente todo lo que había pasado: El incendio, sus heridas empezando a abrirse por todo lo demás, era horrible.

Pero más horrible y terriblemente irónico era que las atenciones de Grelle fueran lo que estuvieran dando cierto alivio, alguien que también tenía a la muerte en su esencia y que aún así le daba tanta alegría tener a su lado. Con un suspiro resignado, decidió finalmente romper su silencio.

Caminos encontrados ~Undergrelliam fanfic~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora