Unidos

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Cálido, el sol del mundo de la muerte a pesar de ser un reflejo del sol real siempre es cálido. La alarma del despertador hace que William se remueva sobre las sábanas, sin embargo, no solo es el ruido de la alarma la que lo despierta también son las voces que se escuchan en el corredor y detrás de la puerta.

Sale de la cama, sintiendo una opresión en el pecho que ni él mismo se explica y ve el reloj que no ha dejado de sonar: Apenas ve la hora maldice internamente y se encierra en el baño. Mientras tanto, Grell estira su brazo sobre el lado vacío de la cama y se sorprende al sentirlo vacío, el dolor en sus caderas y las marcas en su cuerpo le recuerdan que no estuvo solo, ¿dónde esta su compañero?

-- ¿Will? -- Con un poco de debilidad, Grell se levanta de la cama y ve el despertador en el suelo lo que provoca que sus ojos se abran por completo -- ¡MIERDA! ¡LA MUDANZA!

Justo en ese momento Will sale del baño con una pequeña nube de vapor detrás de él y sobre su cuerpo el traje que estaba usando anoche, el cuál estaba arrugado y desacomodado debido a la premura con la que se había arreglado.

-- ¡Quítate! -- Es lo primero que le dice Grell al momento de empujarlo y meterse al baño para asearse.

William rueda los ojos mientras se seca el cabello con una de las toallas del pelirrojo, no puede creerlo, día en el que tenía que estar temprano en su cuarto era el día en que despertaba en un dormitorio ajeno, acurrucado con alguien con quién no debía estar.

-- ¡Y todavía tengo que empacar! -- Gritó Grell saliendo del baño solo con una toalla rodeando su cintura, de repente miró a Will y sonrió -- Por cierto, ayer fue asombroso cariño~

Will desvío la mirada con vergüenza ante ese comentario, fingió estar amarrando su corbata para evitar ver el cuerpo desnudo de Grell una vez más. Haya sido por el alcohol, por el ambiente o sabrá dios la razón, definitivamente jamás iba a volver a permitir caer en las garras del pelirrojo otra vez.

-- ¿Hm? ¿Ya te vas? -- Preguntó Grell con un pequeño tono de sorpresa mientras empacaba sus cosas.

-- Así es... No podemos hacer esto otra vez, Sutcliff -- Dijo él antes de tomar el picaporte -- Espero que tenga suerte, Sutcliff.

Y se fue así sin más, nuevamente Will le sorprendía siendo el primero en irse voluntariamente de su habitación después de haber pasado una noche con él. Inevitablemente una sonrisa se dibujó en los labios del carmín, no sabía si era de felicidad o por burla.

Como si fuera a escaparse así de fácil de sus manos...

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El mundo shinigami era un mundo perfectamente ordenado, cuando los novatos terminaban su tiempo de preparación estos eran asignados a sus nuevos hogares, pequeños departamentos en una zona algo alejada de la sede, irónico pero obviamente no les iban a dar una zona privilegiada a unos recién llegados que ni méritos habían hecho aún.

Así eran las cosas, los recién llegados vivían apretujados en pequeños condominios mientras que los shinigamis de más antigüedad tenían libertad de elegir en donde vivirían (claro, basado en su salario), no por nada le llamaban "gallinero" a la zona de novatos.

Su departamento era pequeño, él no estaba acostumbrado a vivir en espacios tan pequeños y eso le hacía sentir algo de claustrofobia. Sin embargo, no se podía quejar, para alguien que se había quitado la vida y casi muerto en el examen de admisión era bastante decente.

Un pequeño dormitorio, un baño, una cocina, nada lujoso, al estar en una planta alta su ventana tenía vista al este del mundo shinigami. No había nada que ver si era honesto, solo un montón de edificios, personas, pero al menos tener un poco de aire fresco era reconfortante.

Caminos encontrados ~Undergrelliam fanfic~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora