-- Agente Slingby, él es Alan Humphries. Será su tutorado por los próximos meses.
-- Es un placer conocerlo -- Dijo el joven antes de hacer una pequeña reverencia.
Eric solo lo miró con curiosidad, no había duda de que las nuevas generaciones de parcas eran muy diferentes a su generación. Aquel chico se veía tan pequeño, tan delgado, se le hacía difícil creer que alguien así hubiera pasado el examen final pero claro, esos comentarios se los reservó para sus adentros.
-- Ven niño, tenemos mucho que hacer -- Le dijo con una pequeña sonrisa antes de salir de la oficina del gerente.
Los días empezaron a pasar y Eric poco a poco empezaba a simpatizar con el menudo castaño. Era un chico listo y atento, además de que era bastante ágil y flexible, él podía cosechar un alma y el pobre incauto ni se daría cuenta que alguien estuvo ahí, pero fuera de eso Alan era alguien sumamente pacífico y amable, diferente a la gran mayoría de las parcas que solían ser casi tan amargadas como el gerente.
-- ¿Qué? ¿Tan rápido ya terminaste?
-- Sí, fue sencillo -- Dijo Alan caminando por aquel empinado techo de tejas como si fuera lo más normal del mundo -- Murió de un paro fulminante... A juzgar por su sonrisa, parecía estar feliz de que su hora llegara.
Una pequeña sonrisa triste se dibujó en el rostro del menor, Eric sabía lo que pasaba: Él sentía lástima por el hombre, un sentimiento noble pero que si no lograba dominar le traería demasiados problemas. El escocés le dio una pequeña palmada en la espalda y suspiró.
-- Hey, lo hiciste bien niño -- Dijo intentando animarlo -- Ven, ya fue mucho por hoy. Vamos a tomar algo.
-- Usted sabe que yo no bebo.
-- Y tú sabes que no me gusta que me llames "usted", me haces sentir como un anciano -- Reprochó Eric con una pequeña risilla -- Ven, entonces tomemos un café o algo que caliente.
-- Esta bien, Eric.
Y así, entre los dos empezó a darse una bonita y singular amistad, era chistoso, Eric quién tenía la fama de ser la bulla y alma de cada fiesta tenía de amigo a quién posiblemente era la encarnación de la paz. Eso era Alan: Paz, a diferencia de Grell que traía a todas sus cosechas sadismo, terror y temeridad, él daba paz y tranquilidad, era el sinónimo de una muerte pacífica.
Y de una manera extraña, también le daba cierta tranquilidad a él.
***
-- ¿Eric?-- ¿Sí, niño?
-- Te pregunté si esa había sido la última misión de hoy.
-- ¿Ah? -- Eric revisa la lista del día y sonríe ampliamente al ver los números -- Sí, esa fue la última. Terminamos temprano, aparentemente no somos un mal equipo.
-- Sí, tal vez lo hacemos bien -- Contestó Alan con una ligera risilla para después suspirar -- Debemos volver. Cuanto más temprano lleguemos, más tiempo libre tendremos.
-- ¿Hm? ¿Acaso ya tienes algún plan para hoy?
-- No precisamente. Pero hoy me darán finalmente mi propia guadaña y no quiero recogerla demasiado tarde.
-- Vaya, ya era hora -- Le dijo el escocés golpeando un poco la espalda del contrario -- ¿Y después?
-- No lo sé... Creo que algo de tiempo para mi mismo.
Eric enarca una ceja y se encoje de hombros. Sí, ahora Alan y él eran amigos y compañeros de recolección, sin embargo, el castaño pese a su tranquilidad faz era bastante hermético con sus cosas y estaba bien, Eric no quería ser entrometido como las veces pasadas, además, no era quién para meterse en la vida del chico.
ESTÁS LEYENDO
Caminos encontrados ~Undergrelliam fanfic~
FanfictionLos caminos de Grell Sutcliff y William T Spears se cruzaron desde el principio de su existencia como parcas. Uno hubiera querido que se quedara así por la eternidad pero el orgullo de la parca carmesí en esta ocasión hará que su camino se cruce con...