Heart rush ~•Hyunin•~

Capítulo 41

Incluso antes de que Jeongin entrara a su salón de clases, sabía que iba a ser un mal día. En primer lugar, su profesor publicó las notas de la clase tarde, por lo que no tuvo la oportunidad de revisarlas antes de que comenzara la clase. En segundo lugar, el jodido Jaesung iba a estar en su clase y Jeongin sabía que tenía algo que decir.

—Jeongin.

Hablando del diablo.

Jeongin se giró para ver a Jaesung acercándose a él desde el extremo opuesto del pasillo. Jaesung tenía su típica expresión arrogante. —Me has estado evitando.

Jeongin puso los ojos en blanco, girando sobre sus talones cuando entró en la habitación sin decirle nada más a Jaesung. Realmente no tenía tiempo para él. Tenía notas de clase que necesitaba anotar y revisar.

Jeongin sacó su computadora portátil de su mochila y luego tomó asiento. Jaesung ciertamente debe tener un deseo de muerte porque lo siguió justo después y ocupó el asiento a su lado.

—¿Qué estás...— antes de que Jeongin pudiera completar su oración, su profesor entró.

—Buenos días, espero que todos hayan tenido un gran fin de semana y estén listos para comenzar— las luces del salón de clases se atenuaron cuando la presentación del profesor apareció en la pantalla al frente del salón.

—Debes prestar atención, no quieres fallar ni nada— murmuró Jaesung en voz baja cuando su profesor comenzó su lección.

Jeongin no tuvo más remedio que morderse la lengua ya que no podía permitirse distraerse. Fue una estupidez decirlo, pero Jaesung tenía razón. Jeongin no quería fallar. No podía fallar.

Cuando terminó la clase, Jeongin agarró sus cosas rápidamente para salir de la habitación. Desafortunadamente para él, Jaesung estaba pisándole los talones.

Jeongin tuvo que detenerse, dándose la vuelta de repente. Si no fuera por los rápidos reflejos de Jaesung, habrían chocado.

—¿Por qué me estás siguiendo?— Jeongin lo miró, acusador.

—No es cierto. Simplemente voy en la misma dirección que tú.— Jaesung se burló, metiendo sus manos en sus bolsillos.

—Se acercan los exámenes de fin de semestre. Clínicos. Y grupos de estudio— Jeongin dijo: —Si vas a ser un imbécil con mi presentación, entonces no quiero escucharlo. Sí, sé que la cagué, pero no hace falta que me lo restriegues como el imbécil que eres. Así que, por favor, déjame en paz.

Jaesung pareció sorprendido, casi sin palabras.

—Y sabes— continuó Jeongin, sorprendiéndose tanto a sí mismo como a Jaesung. No había planeado desatar todo esto sobre él. Pero tal vez los años de él siendo una plaga y los años de estrés de su programa finalmente estaban alcanzando a Jeongin. —No sé por qué te gusta tanto ser un idiota con todos. Especialmente conmigo. ¿Me odias o algo? Porque mientras hemos estado en la misma clase, nunca te he molestado. Entonces, ¿cuál es tu maldito problema? Si quieres que admita que eres mejor en cirugía, está bien. Si lo eres. ¿Eso te hace feliz? ¿Qué admití que soy tan idiota y que no puedo hacer la incisión de mi cirugía correctamente?

—Yo no...— La voz de Jaesung se suavizó, casi sonando patética. Se movió de un pie al otro, sus ojos encontraron difícil encontrarse con los de Jeongin.

—¿Qué?— Jeongin presionó. Llegaría al fondo de esto de una vez por todas.

—No te odio— espetó Jaesung, luciendo casi avergonzado. Volvió a hablar para llenar el incómodo silencio que crecía entre ellos. —En realidad... en realidad creo que eres bastante inteligente.