Capitulo 7.

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Narrador omnisciente:

El profesor Snape llevabas bastante tiempo enseñando una nueva pocima, ya que después, los estudiantes tendrían que hacer la demostración en clase, Tom riddle estaba más que concentrado, a comparación de su compañera, Sabrina, ella estaba más que hundida en sus pensamientos.

¿Qué tiene Harry Potter que yo no?

¿Acaso he sido una mala hija?

¿En serio se avergüenza de mí solo por ser de Slytherin?

—Sabrina.—La llama Tom, pero ella sigue en sus pensamientos, el chico toca suavemente el muslo de la pelinegra.—Sabrina.

Al sentir el tacto del pelinegro en su muslo la pelinegra suelta un quejido de dolor, gracias al golpe que llevaba en sus piernas aun sin curar.

—¿La golpee?—Pregunta Riddle con preocupación.—Lo siento mucho, no me fije en mi fuerza.

La chica rapidamente niega con su cabeza.

—No, no, no es su culpa, no me lastimaste, yo ya estoy lastimada.—La chica levanta un poco su falda para dejar ver sus golpes.

Tom se percata que no están curadas, y tienen muy mal aspecto, tenía uno en la mitad del muslo y otros en las rodillas. Riddle la observa con curiosidad.

—Me caí.—Responde ella.

—Debería curarse.

—Lo haré.

Después de esa corta charla Sabrina voltea su rostro para prestar atención a la clase, no pretendía seguir hablando con el chico.

En cambio Tom aun tenía su curiosidad sin saciarse, volvió a darle una mirada rápida al muslo de la chica para después  poner su atención en la clase.

—Les quedará de deber investigar sobre la solución para encoger, y mañana en clase, harán la demostración.

Murmullos se escuchan en toda el aula.

—Sin más pueden retirarse.

Sabrina rápidamente toma sus cosas para irse del lugar, eso confunde aún más al pelinegro, y no podía negar que le molestaba que Sabrina lo ignorara, no le gustaba que ella no tuviera su atención en él.

El pelinegro decide seguirla.

—¡Sabrina!—La llama y ella voltea.

—¿Si?

—A las 2 pm en mi cuarto.

—Ehh, ¿Dónde es tu cuarto?

—Maldición, olvidalo, yo paso por ti a tu cuarto.

—Perfecto.

La pelinegra sigue con su camino, una sonrisa de burla aparece en el rostro de ella, al voltear levemente y ver que Tom riddle seguía de pie en el lugar en el que lo dejo.

Sabrina sabia muy bien como tratar a los hombres, como hacer que cayeran en su encanto y se volvieran adictos a ella, y Tom Riddle no sería la excepción.

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Sabrina ya se encontraba en su cuarto, llevaba unos shorts y una camiseta ancha que le había robado a uno de los gemelos Weasley cuando se fue a quedar una noche en la madriguera junto a Hermione, se estaba terminando de poner sus convers.

Se aplica su lápiz labial rojo cuando tocan la puerta de su cuarto, Sabrina mira la hora, eran las dos en punto. Ella abre la puerta para ver a Tom, era la primera vez que lo veía sin uniforme, llevaba unos jeans y camiseta negra.

El corazón enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora