Capitulo 24

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Narrador omnisciente:

Sabrina se dirigia junto a Snape a la mansión Malfoy, el ambiente era tenso, ambos llevaban sus barbillas en alto, sus miradas eran frias.

Sabrina llevaba un vestido verde de estraple, tenia puesto su juego de collar y pendientes de esmeraldas, ademas de su caracteristico labial rojo, llevaba su cabello recogido en una media coleta.

Habia maquillado sus ojos algo parecidos a como los tenia el dia de la reunión con la orden del fenix, estos detalles hacian que sus ojos verdes resaltaran, ademas le daba un toque perfecto entre malvada y elegante.

—¿Esta segura de esto?—Habla Snape, Sabrina lo observa para responder.

—Lo estoy, ¿Por qué la pregunta?

—No sera nada facil.

—¿Acaso creé que estoy acostumbrada a lo facil? Toda mi jodida vida ha sido un desastre, nunca crea en las apariencias Severus Snape.

El hombre asiente.

—Nunca dije que estuviera acostumbrada a lo facil, solo le estoy advirtiendo, usted y Mattheo son el unico punto debil de Riddle.—Sabrina lo observa algo anonada.—¿Acaso creé que a su edad no vivi un amor? Debo admitir que son discretos, pero no lo suficiente.

Sabrina suspira.

—No le tengo miedo a Lord Voldemort, hare lo que sea necesario para mantener a salvo a quien se lo merece.

El hombre la observa para asentir lentamente, ambos se quedan en silencio al ver como Narcissa y Lucius Malfoy se acercan.

—Es un placer conocerla.—Habla Lucius dandole una mirada de arriba a bajo a Sabrina.

—Igualmente.

—Nos alegra resivir a la famosa Sabrina Black.

—No me imagine que fuera tan famosa.—Responde ella.

—¿Como no va a ser famosa la unica heredera de los Grindelwald y Black?

—No me interesa ser famosa por mis apellidos, si no por mi poder.—Habla Sabrina friamente.

La magia de la pelinegra vibra, inundando el lugar en el que se encontraba, este acto hace que Lucius ladee su cabeza para sonreir.

—Pueder seguir, el Lord la espera.—Dice el hombre para señalar el final del pasillo.

Sabrina empieza a caminar, Snape la sigue pero Lucius vuelve a hablar.

—La quiere a ella Severus, no a tí.

El hombre piensa refutar pero Sabrina no se lo permite.

—Quedese, no nesecito que nadie me escolte.

Sin más la pelinegra se dirige hacia el lugar que le indico Lucius.

Al llegar se encuentra con la presencia del mismo hombre que vió hablando con Tom, ella sabia que en realidad no lucia así, pero decidio guardarselo.

Este estaba sentado en una especie de "Trono" al verla llegar una pequeña sonrisa aparece en el rostro del hombre para ponerse de pie.

—Vaya, vaya, Sabrina Black.

—Mi Lord.—Saluda ella para hacer una leve reverencia, al levantarse sus ojos conectan con los azules del hombre, manteniendo el contacto visual.

—¿A que se debe tu grata visita?

—Quiero unirme a usted.

El hombre sonríe, creyendo que su hijo hizo bien el trabajo.

"Patetico" piensa ella.

El corazón enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora