Jade Miller siempre había soñado con ser una bioquímica exitosa, capaz de descubrir curas para las enfermedades más mortales. Pero su sueño se convirtió en una pesadilla cuando fue secuestrada por Emir Bianchi, un poderoso y peligroso mafioso italia...
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La maldición que Lu lanzo fue lo suficientemente alta como para despertarme, al no ver a Emir a mi lado supuse de inmediato donde estaba. Corrí hasta su habitación que se encuentra a un lado de la mía y en efecto ahí estaba.
- Agradece que no te rompí un brazo - Emir decia con una mirada fría
- ¡Eres un imbecil! - Lu jadea intentando incorporarse en su cama - Debes dejar de tratarla como si estuviera en un cautiverio
- ¿Estás son las disculpas que te pedí? - interrumpí la conversación haciendo que Emir se girará y me lanzara una mirada amenazante - creo que ayer fui clara con lo que pedí
- Nunca dije que lo haría - aseguró haciendo que cruzará los brazos sobre mi pecho - ve a vestirte Lorenzo te llevará al trabajo
- ¿Seguro? - ignore el último comentario, el asintió en respuesta e imite su acción - ok
Sin decir nada más me gire y salí de la habitación, ayer fui clara con mi petición y si penso que estaba jugando pues se equivoca, no le voy a dirigir la palabra hasta que se disculpe con Lu, se que Emir es un hombre muy orgulloso pero mi ego es más grande. Media hora después ya estaba vestida para ir al trabajo, me coloque un vestido negro para estar al nivel de la fachada de la empresa, en mi bolso llevaba mi ropa deportiva para el entrenamiento que tendre con Hiroshi es alguien del que también debo encargarme. Lu me llama en cuanto salgo de mi habitación, por lo que me dirijo a la suya.
- Toma - me ofrece una pastilla y lo miro confundida - es la pastilla de emergencia
- ¿Cómo supiste que...? - siento como el calor sube a mis mejillas de golpe
- Los caballos no me dejaron dormir - ni siquiera recuerdo haberlos escuchado por lo abrumada que estaba con la situación - solo quiero saber algo
- No te dire como fue - declaro alterada
- no me interesa saber eso, que asco - frunce el ceño antes de continuar - dime que él no te obligo a hacerlo
- No - Confieso al ver la preocupación en su mirada - fue consensuado
- muy bien - asiente aliviado y no tardo en tomarme la pastilla - te voy a conseguir las pastillas anticonceptivas para cuando vuelvas
Asiento y le planto un beso en la frente antes de despedirme, Lorenzo llega y sobre la ventana del auto le pido disculpas por lo sucedido con Lu, solo hace un ademán con la mano asegurando que son gajes del oficio. El grito de Latika me hace girar justo a tiempo antes de que se me lance en un abrazo, cuando me suelta me detalla con la mirada como si estuviera viendo a una modeló.
- Por todos los dioses - exclama sin poder despegar la mirada de mí - no se que paso en estas tres semanas pero luces radiante, te miras más esbelta y hay un nuevo brillo en tu mirada
- Gr... Gracias - tartamudeo tímida al recibir tantos cumplidos - Tú también luces bien, te ves más feliz ¿Me perdí de algo?
- Ni te lo imaginas - me toma del brazo como si fueramos viejas amigas - En el viaje, Emir se comporto como un caballero, incluso creo que comienza a tener sentimientos por ti
