🖤 ℂ𝔸ℙ𝕀𝕋𝕌𝕃𝕆 𝟛𝟞 🖤

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Jade

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Jade



Lanzo el balde de agua con hielo hacia Lu que aún sigue acostado en su cama, sale hecho una furia y corro por la casa evitando que me alcance, me lanza todos los objetos a su alcance pero los esquivo, lo que no esquivo es el sillón que se impacta con mi dedo pequeño del pie, mandando una corriente eléctrica por todo mi cuerpo haciéndome caer, sollozo cubriendo mi pie con ambas manos intentando menguar el dolor, Lu aprovecha mi distracción para vaciarme hielo por la parte trasera de mi blusa, provocándome un grito.

-¿Qué te pasa imbécil? - reclamo con lágrimas en los ojos - ¿Qué no ves que estoy herida?

- Y yo estaba durmiendo animal - cruza los brazos sobre su pecho - ¿Eso no te importo verdad?

- Lu son las seis de la tarde, no desayunaste y no has comido - lo reprendo molesta - se que estás triste, pero no puedes seguir así

- Tú qué sabes - rueda los ojos - ahora dormiré en tu habitación, porque mi cama está mojada gracias a ti

- No, estoy harta de todo esto - lo detengo cuando intenta irse - ya pasaron dos meses desde que terminaste con Lorenzo, no puedes seguir así, solo te la pasas llorando y comes cuando literalmente te obligó, ni siquiera quieres hablar del tema

- Mira quien habla - responde con ironía - desde que salimos de la casa de los Bianchi no has llorado, pero ¿Crees que no noto las lagunas mentales que tienes?, cada uno vive el duelo como mejor le plazca

- ¿Crees que no tengo ganas de llorar? - lo enfrentó - cada maldita noche intento obligarme a llorar, sentir lastima por lo que pasó con Emir, pero no logro sentir nada más que coraje conmigo, por creer que eso era amor

- Sabes que Emir te ama, el bebé solo fue un error - lo intenta justificar haciéndome reír - posiblemente lo que Latika dijo es mentira

- También lo que pasó con Lorenzo fue un error, tu más que nadie sabe porque no se lo menciona a su familia - lo encaro - ¿Por qué no lo perdonas y regresas con él?

- ¡Porque estoy harto de ocultarme! - Me grita con lágrimas en los ojos - estoy harto de vivir un romance a escondidas, quiero amar en cualquier parte del mundo y que no teman en demostrarme ese amor, pero se que Lorenzo jamás podrá darme eso, siempre lo supe y aun así me aferre a la esperanza de que fuera diferente y paso lo que tenía que pasar hace mucho tiempo

- Y las consecuencias de los actos de Lorenzo las llevo yo - respondo con un hilo de voz

- ¿Qué? - me mira desconcertado - ¿De qué estás hablando?

- Desde que paso eso, haz cambiado - confieso mordiéndome el labio inferior - he tratado de comprenderte, de ponerme en tu lugar, pero simplemente hay días que no te tolero y que me lástima la manera en la que me tratas, lo entiendo tienes el corazón roto, pero no justifica que me grites o me trates mal solo por insistirte para que comas o tomes un baño, eres mi mejor amigo, pero no pienso seguir aguantando esos tratos

- Lo siento, no quería tratarte así - me abraza mientras solloza - pero de verdad no me siento bien, siento que una parte de mi murió

- Murió el Luigi que permitía que lo ocultaran y lo humillaran - acaricio su espalda dándole consuelo - es momento de enterrarlo y dejar salir a Lu empoderado

- ¿A qué te refieres con eso? - se separa lo suficiente para ver mi rostro

- Qué es la última vez que lloras por Lorenzo - le sonrió - iremos a tomar, lloraras lo que tengas que llorar y a partir de mañana serás un hombre diferente, un hombre por el cual Lorenzo suplique un perdón

- No pienso salir así - se apunta así mismo, detallo el cabello y la barba crecida dándole un aspecto de vagabundo - estás loca

- Yo te corto el cabello - me ofrezco despeinando su cabello

- ¿Sabes cortar el cabello? - me mira con desconfianza

- si - miento - no es tan difícil

La noche llega Lu se mete a bañar en lo que yo me termino de maquillar, opte por usar un vestido no tan revelador ya que aquí las personas son muy conservadoras, espero que con el baño Lu se relaje ya que no me habla después de cortarle el cabello mal y terminar yendo a un salón de belleza, lo bueno de esto es que le aplicaron productos de buena calidad en su cabello, ahora su cabello rubio brilla demasiado y está tan sedoso que le tengo envidia.

Salimos y pido un taxi, estos meses he practicado el idioma, aún se me dificulta un poco por lo que sigo usando una aplicación que me ayuda a traducir. El taxista nos recomendó ir a un karaoke, que mejor lugar para tomar y sacar las penas mientras cantas le indico al conductor que nos lleve a ese lugar y fácil accede.

Llegamos a un pequeño edificio, nos adentramos y la chica que atiende el lugar nos hace varias preguntas, que con dificultad y ayuda de mi aplicación respondo, nos pide que la sigamos, avanzamos por un pasillo, la mujer abre una puerta y nos hace una señal para que entremos, hay una pantalla grande en una pared, hay sillones frente a esta, una mesa de centro y un pequeño refrigerador lleno de Soju, nos indica que se paga por hora y también se paga al final la cantidad de bebidas que tomemos, ambos asentimos y la mujer se retira, Lu se encarga de poner la canción que quiere cantar mientras que yo saco un par de botellas del refrigerador, ambos le damos un trago hondo ya que el plan es emborracharnos pero nos reímos al sentir el sabor dulce en nuestro paladar, tal vez los japoneses no tomen.

Already Gone inunda la habitación provocándome un nudo en la garganta, Lu canta mientras las lágrimas descienden por sus mejillas, sigo bebiendo mientras observo como Lu canta dejando ahí su corazón, no hay mejor canción que está para representar como se siente, le hago coro cuando su voz se entrecorta y juntos terminamos de cantar, Lu toma asiento terminando la primer botella mientras yo me dedico a cantar Send My Love, poco a poco vamos aumentando el ritmo de las canciones y terminamos cantando Bla Bla Bla de Måneskin, sin darnos cuenta terminamos ebrios, al parecer el Soju realmente si era una bebida alcohólica y no un refresco como pensábamos.

La pesadilla (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora