🖤ℂ𝔸ℙ𝕀𝕋𝕌𝕃𝕆 𝟝𝟠🖤

982 85 18
                                    

Luigi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luigi

Volver a Italia, el país que me vio crecer, después de la explosión, ha sido un viaje de emociones encontradas. La brisa del Mediterráneo aún lleva el mismo aroma salado, pero yo ya no soy el mismo Luigi. La prótesis que ahora forma parte de mi cuerpo es un recordatorio constante de lo que perdí, pero también de lo que he ganado: una nueva oportunidad.

Lolo, mi pilar ha estado a mi lado en cada paso de este nuevo camino. Su amor incondicional y su apoyo incansable me han demostrado que el verdadero amor no conoce límites. Él ha sido mis ojos cuando no quería ver, y mis piernas cuando la prótesis parecía más un peso que una ayuda.

Poco a poco, siento que la vida vuelve a mí, no como antes, sino de una manera nueva. Es como si cada paso con mi prótesis me acercara más a quien debo ser. El brillo en mi mirada, que pensé extinto con la pérdida de mi pierna, comienza a encenderse de nuevo. Estoy redescubriendo mi esencia, reconstruyendo mi ser.

Cada día que pasa, Lolo me enseña una nueva lección de paciencia y comprensión. Su presencia es un bálsamo para las heridas que no se ven, las del alma. Me ayuda a ajustar la prótesis, a entender sus mecanismos, y a aceptarla no como un sustituto, sino como una extensión de mi ser. Con cada paso que doy, siento que recupero un pedazo de la independencia que creí perdida.

Y en medio de mi propia tormenta, observo la calma inesperada entre Claudia y Niko. Mi hermana, que siempre proclamó su aversión por los niños, ahora se ofrece a cuidar a la bebé de Niko. Veo cómo sus ojos se suavizan cuando la sostiene, y cómo Niko la mira con una mezcla de gratitud y algo más, algo nuevo.

Mientras tanto, la relación entre ambos florece de manera inesperada. Ella, que siempre frunció el ceño ante la sola mención de los niños, ahora acuna a la bebé de Niko con una ternura que me sorprende. Es curioso cómo la vida nos pone frente a situaciones que nunca imaginamos y cómo estas pueden sacar lo mejor de nosotros. Niko, por su parte, parece encontrar en Claudia una aliada inesperada, una fuente de apoyo y quizás algo más, algo que aún no se atreve a nombrar.

Y yo, en medio de este torbellino de cambios, encuentro momentos de quietud. Momentos en los que el sol italiano acaricia mi rostro y puedo cerrar los ojos y simplemente ser. No el Luigi que fue, ni el que será, sino el que es, aquí y ahora. Con cada rayo de sol, siento que mi brillo interior se fortalece, que la esencia de quien soy realmente se hace más clara.

La vida después de la explosión no ha sido fácil, pero me ha enseñado que la resiliencia es parte de nuestra naturaleza. He aprendido que la verdadera fuerza no reside en la capacidad de permanecer intacto, sino en la habilidad de reconstruirse, de adaptarse y seguir adelante. Y en este proceso de reconstrucción, sé que tengo a Lolo, a mi familia, a Niko y a Jade, que sin saberlo, está ayudando a sanar heridas.

Así, paso a paso, vuelvo a brillar, no con la luz de antes, sino con una nueva, única y propia. Una luz que no se apaga con la caída del sol, sino que se enciende con la promesa de un nuevo amanecer.

La pesadilla (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora