Jade Miller siempre había soñado con ser una bioquímica exitosa, capaz de descubrir curas para las enfermedades más mortales. Pero su sueño se convirtió en una pesadilla cuando fue secuestrada por Emir Bianchi, un poderoso y peligroso mafioso italia...
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Emir
Ver cómo Jade intenta engañar a los demás con estar bien me frustra ya que sé que no es así, su mirada ya no muestra el brillo que tanto me gusta y su sonrisa ya no es sincera ahora solo parece una mueca, por eso mismo me he encargado de torturar a esos desgraciados que se atrevieron a tocar a mi mujer. He cortado algunos de sus dedos de los pies, los he golpeado hasta el cansancio, algunos de mis hombres más trastornados los han violado para que sientan el dolor que querían causarle, pero por más que pregunto no me dicen el nombre de su jefe ¿será que son muy leales o muy estúpidos?. Ha pasado una semana desde que los capturamos y se que no hablarán pero he pospuesto su muerte a petición de mi mujer, ella quiere ser quien los mate.
Cada día se esfuerza demasiado en su recuperación y me sigue sorprendiendo ya que ha recuperado un 80% de su movilidad en tan pocos días. Ella se muestra segura con querer ser la responsable de la muerte de sus agresores pero dudo mucho que pueda hacerlo al tenerlos frente ya que ha sido un trauma muy fuerte, aparte de que nunca ha asesinado a alguien.
Decidí dejar a Luigi el mejor de mis trabajadores como encargado de su seguridad ya que no me perdonaré el que le vuelva a suceder algo, pero el hecho de que rápido hayan tomado confianza entre ellos me perturba, ya que siempre que vuelvo del trabajo los observo regresar del bosque muy sonrientes y sudados.
- Me duelen demasiado las piernas - se queja Jade mientras se sostiene del brazo de Luigi - Está vez haz sido demasiado duro conmigo
«¿Duro? ¡Qué mierda? Juro que lo voy a matar»
- Mañana te irá peor - le guiña un ojo - así que prepara ese culo porque eres aún muy lenta
Es suficiente, la sangre me hierve, el enojo me ciega y es quien me guía hasta donde están.
- ¡Luigi! -Lo encuello en cuanto llegó con él - Te encargué la seguridad de mi mujer y eso incluye que tú tampoco la puedes tocar
- Se-señor - apenas y puede hablar por la presión que estoy haciendo en su cuello
- ¡Emir Detente! - Jade intenta quitar mi brazo de su cuello pero la empujó hacia atrás - ¡Lo vas a matar!
- Eso le pasa por tocar a mi mujer y creer que no haré nada - el rostro de Luigi comienza a ponerse morado por la falta de aire
- Él no me ha tocado - confiesa Jade y me giro para mirarla
- ¡Acaba de decir que prepares tu culo para mañana! - grito furioso
- Solo estaba bromeando - vuelve a tirar de mi brazo haciendo que lo suelte y caiga al piso- él solo ha estado entrenando conmigo, salimos a correr juntos
- Me entero que tocas un solo cabello de mi mujer - Amenazó - y te juro que se me olvida que eres parte de la familia
Sin decir otra palabra me adentro a la mansión dejando atrás a Jade y Luigi quién se está recuperando de mi agarre.
