Jade Miller siempre había soñado con ser una bioquímica exitosa, capaz de descubrir curas para las enfermedades más mortales. Pero su sueño se convirtió en una pesadilla cuando fue secuestrada por Emir Bianchi, un poderoso y peligroso mafioso italia...
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Jade
Con un nudo en el estómago me lanzó hacia el mar, no podía dejar morir a la madre de Emir, el pequeño Lucas debía crecer con su mamá, la pequeña Aileen debía pasar más tiempo con ella. El viento me azotaba el rostro, y el mar se acercaba cada vez más, abrí los ojos para buscar con la mirada a Natallie, pero solo veía olas furiosas y espuma blanca. ¿Dónde estaba? ¿Estaría aún con vida? Rece para que así fuera, y me prepare para el impacto.
El agua me golpeó como una pared de cemento, sentí un dolor agudo en todo el cuerpo, perdí el aliento, el agua me arrastró hacia abajo, y luche por orientarme. Abrí los ojos, y vi una sombra oscura al fondo, era Natallie aún atada a la silla, nade hacia ella, y como pude solté las cuerdas que la aprisionaban, en cuanto se libero su cuerpo inconsciente, floto hacia la superficie fui hasta ella y la abrace con fuerza, empecé a nadar contra la corriente, sabía que tenía que llegar a la orilla, o nos ahogaríamos las dos.
El mar estaba agitado, y las olas nos empujaban hacia atrás, sentía el cansancio en los brazos y piernas, pero no me rendí, tenía que salvar a Natallie, tenía que vivir. Pero el mar no era mi único enemigo, vi con horror como unas rocas afiladas se acercaban a nosotras amenazando con cortarnos o aplastarnos, traté de esquivarlas, pero no fue fácil, una roca me rozó el brazo, y sentí un ardor, otra roca me golpeó la pierna, y solté un grito, sabía que estaba sangrando, y que eso podía atraer a los tiburones, pero no podía pensar en eso ahora, solo podía pensar en Natallie, y en la esperanza de llegar a la orilla.
Mi intento por salvarla se fue a la mierda cuando una ola me envolvió con fuerza haciendo que mi cabeza se impactara varias veces contra un roca haciéndome sangrar, el agua me hundía y por más que lo intentaba no podía salir a tomar aire, Natallie se soltó de mi agarre cuando una ola de casi dos metros nos revolcó, haciendo que chocara con el arrecife dejándome inconsciente.
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Luigi
En cuanto llegamos a la cordillera nos dimos cuenta de que Natallie no se encontraba ahí, todo había sido una distracción, Emir y Niccolò gritaron por la frustración no sabría decir a quien de los dos le dolía más, nos encaminamos de nuevo y en cuanto volvimos a la ciudad mi celular comenzó a vibrar en repetidas ocasiones, tenia varios mensajes y llamadas perdidas de Jade, al parecer sabia donde estaba en realidad Natallie, mando una ubicación, estaba por informarle a Emir cuando vi como su auto nos adelantaba con gran velocidad, al parecer también le había enviado mensajes a él.
