🖤ℂ𝔸ℙ𝕀𝕋𝕌𝕃𝕆 𝟟𝟙🖤

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Jade

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Jade

En la penumbra de mi mente, flotan voces. Son hilos de luz en la vasta oscuridad que me rodea, destellos de esperanza que luchan contra el silencio. No puedo ver, no puedo hablar, pero puedo oír... y sentir.

- Jade, mi niña, por favor, despierta - susurra una voz que conozco tan bien, la voz que me cantaba nanas y me contaba cuentos para dormir. Es mamá. Siento la calidez de su mano sobre la mía, un faro en la tormenta que es mi conciencia - Estamos haciendo todo lo posible, luchando con cada aliento para traerte de vuelta.

Los días pasan, o tal vez son semanas; el tiempo aquí no tiene sentido. Las voces de mamá y papá se turnan, narrando una batalla contra un enemigo invisible.

- Estamos avanzando, Jade. Hemos encontrado una manera de neutralizar el veneno - dice papá con firmeza - Lu está mejorando, Lorenzo ha abierto los ojos, y Niko... Niko sonrió hoy, Emir es quien aún no da señales de querer despertar.

Las palabras de mi padre me envuelven como un abrazo, y en ese momento, algo dentro de mí lucha por responder. Quiero abrir los ojos, hablar, reír, llorar... pero estoy atrapada en este limbo, una prisionera en mi propio cuerpo.

Sin embargo, no me rindo. Porque ahora sé que no estoy sola en esta oscuridad. Tengo a mi familia, tengo a mis amigos... Y con cada palabra de aliento, siento que el veneno se retira, poco a poco, dejando espacio para algo nuevo.
Algo que se siente como esperanza.

Los susurros de mis padres se desvanecen, dando paso a una marea de recuerdos que fluyen hacia mí como olas rompiendo en la orilla. Son fragmentos de un tiempo más simple, un tiempo antes de que el veneno y la traición oscurecieran mi mundo.

Recuerdo la primera vez que vi a Emir sonreír después de meses de mostrarme su máscara de seriedad, su sonrisa fácil y su mirada intensa que parecía ver a través de mí. Era un día soleado, y el parque estaba lleno de risas y el dulce aroma de las flores en primavera. Todo parecía normal, correcto. Me enamoré de la forma en que Emir veía la vida, un desafío a ser enfrentado con pasión y determinación.

Pero entonces, los recuerdos cambian, se vuelven más oscuros. El compromiso de Emir con Latika, una decisión tomada más por deber que por deseo. La forma en que su nombre caía de los labios de Emir, un susurro lleno de conflicto y resignación. Latika era hermosa, inteligente, todo lo que se suponía que debía querer. Pero su corazón... Su corazón ya había elegido, aunque mi mente se negara a aceptarlo.

La oscuridad se cierne sobre esos recuerdos, como nubes de tormenta en el horizonte. El compromiso fue un evento lleno de sonrisas forzadas y promesas vacías. Recuerdo la mirada de Emir, cómo buscaba la mía, cómo se desviaba cuando Latika se acercaba. Era un baile de máscaras, y todos nosotros llevábamos una.

Y ahora, aquí estoy, atrapada en la quietud de mi propio cuerpo, luchando por despertar de esta pesadilla. Quiero gritar, decirles que sé que están ahí, que los escucho, que los recuerdos me están alcanzando. Pero no puedo. Solo puedo esperar y soñar y recordar.

La pesadilla (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora