Jade Miller siempre había soñado con ser una bioquímica exitosa, capaz de descubrir curas para las enfermedades más mortales. Pero su sueño se convirtió en una pesadilla cuando fue secuestrada por Emir Bianchi, un poderoso y peligroso mafioso italia...
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Jade
Abri los ojos lentamente, parpadeando ante la luz blanca que inundaba la habitación, me sorprendi al percatarme de que estoy en un hospital. Mi mente estaba nublada, y el zumbido constante de las máquinas alrededor solo añadía más confusión, a mi lado, Lu me observa con una mezcla de preocupación y algo que no logró identificar.
- Tranquila, cariño - dijo Lu, ayudandome a recostarme - Tuvimos que traerte al hospital, te desmayaste en el antro, desde entonces has estado inconsciente
Antes de que pudiera preguntar más, la puerta se abrió y entró un doctor, con una sonrisa amable en su rostro.
- Buenas noticias, Jade - anunció alegre - ¿Cómo estás? ¿Qué tal la resaca?
- Ella no bebió - Lu explica y enarco la ceja confundida, si recuerdo haber tomado - las bebidas que tomo eran sin alcohol, me asegure de eso
- Eso es una buena noticia - el doctor palmea la espalda de Lu entusiasmado - al parecer alguien ya tenía sospechas de tú estado
-¿Mi estado? - paseo la mirada en ambos hombres sin entender nada - ¿De qué está hablando?
- Oh pensé que ya le había dado la noticia - el doctor mira a Lu y después a mí - Señorita Jade, usted está embarazada
La noticia me cayó como un rayo, «Embarazada» La palabra resonó en mi mente, pero antes de que pudiera procesarla, el doctor se volvió hacia Lu.
- Felicidades, papá - dijo, estrechando la mano de Lu
Lu forzó una sonrisa, pero sus ojos no llegaron a sonreír, cuando el doctor se fue, su expresión cambió.
- Al parecer todos los doctores aquí quieren que sea el papá de ese bebé - bromeó intentando aligerar el ambiente - ¿Cómo te sientes?
- Estoy embarazada.... - el estado de shock me tenía aturdida, me gire hasta Lu y lo mire directo a los ojos - ¿Hiro lo sabe?
-Si, hace dos horas nos dijeron a todos juntos - acaricia el dorso de mi mano, mientras su mirada se pierde en la ventana
- ¿Dónde está él? - pregunté sintiendo un nudo en el estómago - ¿Por qué entraste tú y no él?
- Jade, tengo que decirte algo - Apretó mi mano ejerciendo un poco de fuerza - Hiro... Hiro se fue, después de enterarse salió del hospital, lo he llamado, pero no responde
Las palabras de Lu me golpearon como una ola fría, las lágrimas brotaron de mis ojos, no solo por la noticia, sino por la idea de que seré madre soltera.
- ¿Por qué me está pasando esto? - sollozó, cubriéndome el rostro con las manos, mientras Lu me abrazaba consolandome
