Jade Miller siempre había soñado con ser una bioquímica exitosa, capaz de descubrir curas para las enfermedades más mortales. Pero su sueño se convirtió en una pesadilla cuando fue secuestrada por Emir Bianchi, un poderoso y peligroso mafioso italia...
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Jade
No se cuanto tiempo pasa mientras abrazo a Emir echa un mar de llanto, pero el no me dice nada solo se queda ahí acariciando mi espalda, me separo cuando el llanto cesa, no se en qué momento la música se detuvo o en que momento Luigi se fue, pero estamos solos en el salón. Emir acuna mis mejillas con sus manos limpiando el restante de lágrimas, no le interesa que tenga los ojos hinchados o que mi apariencia en general sea un desastre él me sigue mirando como siempre.
- Ven quiero mostrarte algo - se levanta y me ayuda a ponerme de pie
De la mano caminamos hasta salir al jardín trasero donde se puede ver el comienzo del lago, me coloca su saco al notar que tiemblo por el frio, el otoño ha llegado por lo que el aire helado comienza a hacer presencia. Caminamos un par de minutos hasta que llegamos a una pequeña casa con grandes ventanales, al adentrarme me di cuenta de que se trataba de un Nicho para mis padres, mi nariz volvió arder, pero retuve las lagrimas para girarme y abrazar a Emir.
- Espero no te moleste que haya mandado a Arnold por las cosas que había en tu antigua casa - Negue con la cabeza hundida en su pecho - Lorenzo me dijo que podía ser contraproducente, pero te conozco lo suficiente para saber que es necesario para ti
- Muchas gracias Emir, esto es demasiado - me separo para verlo a los directo a los ojos
- Es poco comparado a lo que has hecho por mi - niego con la cabeza con una sonrisa dibujada en el rostro - mañana saldré de viaje, quiero que me prometas que comerás bien e intentaras estar mejor, no creo que a tus padres les gustara saber que su hija esta así
- Lo prometo - me separo y me giro a ver la foto de mis padres, mientras suelto un suspiro largo - mi papá me mataría si supiera que no salgo de mi habitación.
Y era verdad, mi padre siempre me obligaba a salir de mi habitación, podía ser un domingo después de un sábado de fiesta y él insistía en que saliera sin importarle mi resaca, decía que nuestra mente era nuestro peor enemigo, lo confirme estos días cuando mi único pensamiento era el suicidio, me giro de vuelta hacia Emir y le dedico una sonrisa mientras me lanzo a sus brazos.
- ¿Cómo te sientes? - me cuestiona con una ceja arqueada - ¿crees estar de humor para un recorrido?
Asiento con la cabeza, él sonríe en respuesta y me toma de la mano, caminamos por el jardín mientras me muestra todo lo que hay en la parte trasera de la mansión, un pequeño establo, una piscina, un invernadero y una pequeña biblioteca con grandes ventanales, ingresamos a la mansión y el recorrido continua.
- Esto es demasiado grande para mi - confieso inflando los cachetes - le diré a Lu que se venga a vivir conmigo o me sentiré sola la mayor parte del tiempo
- Créeme que la veras pequeña cuando tengamos hijos - me abraza por la espalda besando mi cuello - no quiero que Luigi viva aquí esta es tu casa no la de él
